jueves, 30 de septiembre de 2010

La cima



Soy bipolar, no me cuesta admitir que el ánimo me cambia como la situación, ¡sí estoy bipolar!, si, estoy brusca con la vida, no la quiero, aunque deseo vivir; me siento impotente ante mis realidades, inocente de saber que nunca las quise aquí, pero aquí las tuve, las tengo y las tendré, culpable de mi dolor, y responsable de mis errores.

Perdón si cometo errores pero la vida no viene con instrucciones y así las tuviera estoy segura que no las tendría en cuenta, la monotonía me aburre pero he aprendido a vivir con ella, las tristezas me dan nauseas, pero ya ven llorar a veces me hace falta, estoy poniendo mis pequeños pies sobre Marte, Urano, Plutón y por ultimo en el sol, me estoy quemando, me estoy helando, me estoy destruyendo en este son con el cual de dos en dos resultamos siendo 4, hilados con la misma canción, esa delicada entre susurros, balbuceos y notas de amor que de repente se oculta para que saquemos ese parlamento falso, preparado, ese que no te crees ni tu, ese con el que nos sorprendes, enamoras, y desilusionas cada segundo en el cual te posas creyendo que puedes meditar en cada alma ya cansada de ti.

Estoy sentada en el borde de esta cima tan fría, tan calmada pero poco deseada por mis manitas, estoy impaciente entre tanto hielo para mi alma, pero creo que aquí quiero morir entre blancos cálidos, recuerdos inminentes, y realidades sin fin... yo hoy no camino sobre los planetas, yo hoy te aplasto en cada paso que doy para llegar a la luna donde ahora duermo al ritmo de otro son, son que no marca dos blancas en cada compás, compás que prefiere hilar historia muerta, historia de dos almas resignadas a la cima helada.

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