domingo, 17 de abril de 2011

Si(lente)miento


Ángel de la guarda, guárdame entonces en cada uno de nuestros, de nuestros... no sé.

Tengo un fantasma en mi cabeza, se llama Cansada ya no basta con caminar, ni con volar, ni con sufrir, ni con dormir esto ya no es dolor, se salió de las categorías, no eres más que forma y aún sin forma también te amaría, no eres más que esperanza y aún si fueras lo más concreto de mi vida te esperaría, no eres más que un tiempo proyectado y aún si no tuvieras espacio te odiaría, no eres más que una línea y aún si fueras un silencio en el campo de mis alegrías, de nuevo te encontraría.

...Pensé que eras una línea en el final del tiempo de esta historia corta; después de tantos esfuerzos es que recuerdo ese posible final de nuestro ayer siendo nada, como me miras y como suspiras suave, lento, describiendo aquél poema que escribiste para hacerme recordar en mis recuerdos. Te va bien no encajar en la secuencia de los amores de mi vida, te va bien no ser amor, no ser tormenta, no ser específica, te van bien los rodeos, el dolor, la tristeza, te van bien esos ojos que proyectan sueños, pero que al final no son nada más que tus ojos hechos todo, solo ojos y nada más que eso, eres tú Ofelia, y nada más que eso, soy yo, Gabriel y nada más que eso, me haces llorar este domingo, y solo lloro, porque nada es más que secreto, te amo, ya me voy, es una despedida, y algo más que un 'nunca', adiós Ofelia, adiós.

Estoy triste, no me cabes, no tengo limite, no me amarres, quiero ser espuma y penetrar el sol, quiero ser agua y recorrer tu olor.

Corazon(hada)es


Eres algo más que la parte de una parte que hace un todo en este amor de muchos hombres.

Sin(ergía)fín


-¿A usted le gusta el silencio?

-Le tengo miedo y aún así me atrapa y me lleva sola a ese rincón donde nada es nada.

-¿Usted cree en el amor?

-Le tengo miedo y aún así lo amo como si jamás lo hubiera hecho.

domingo, 10 de abril de 2011

(Pre)-Posición

Bogotá, 10 de Abril de 2011


Esperanzado
Señor Húmedo Empapado

Cordial Saludo





Primero, buenas, son las 8:59 de la mañana o de la noche, eso espero que no le importe, porque mis cortinas están cerradas y no quiero pararme de aquí a contarle algo que quizá no recuerde cuando mi tristeza lo invada. A decir verdad señor he estado desvelada ante las insistentes golpizas del otoño en mi sala y ante semejante espectáculo del tiempo no tengo otra opción que enfrentarme a los sucesos en nombre de mi miedo.

Bajo mi llanto y mi sonrisa de antaño viajo en el lóbulo sin pena de su oreja derecha, me valgo de aquellos sueños con los que la nieve era más tersa y las ramas más atentas contra viento, fuego y marea, es ahí donde sigo siendo la arena de sus suelas, aquella que cruje de mañana, tarde y envidia desde que hacía poesía en mis mejillas.

Durante todo el cuento que es mi alegría efímera ha aparecido usted en cada pluma, en cada puente y en cada avenida con la intención de visitar junto a mi, la ilusión entre un par de enfrentamientos acorde a nuestros besos.

Me he cuestionado si me ama, y tengo algunas dudas excepto por la ausencia de sus ojos en la saliva espesa que deja en la ducha cuando madruga a acariciar mis penas, agua que corre y se filtra por los poros del nunca quisiera, vamos hacia la luna, perdámonos en marte o crezcamos con el viento de bora que afecta los mares de nuestras promesas con aroma, vamos a conocer Abril hasta que sus ojos se cierren soñándome hecha paloma en el último café del edén, en el penúltimo cigarrillo que sabe a margarita rota.

Lo he meditado una y otra vez entre algunos vasos de whisky corriente y he llegado a la conclusión de que usted para mi señor, es más que error, usted es la posibilidad más alta de conocer el verso de mi espalda por cada dos parpadeos mientras bostezo en mis incesantes truenos, podría decirle entonces que lo espero salvo que hemos fragmentado este renglón en el que hemos hecho el amor en cada tilde que lleva una 'o', allí donde alterno los sabores con aceras lo suficientemente viejas donde según el asfalto volveremos en una tarde de lluvia y sol a encontrarnos.

Dos minutos antes de penetrar su lánguido pecho con un susurro de peso, inmersos en pasión y en deseo sin impedimento haremos versos completos con pausa y suspiros en silencio para desnudar cada milímetro de lo ciertamente incierto sobre las comas, los puntos, las diéresis y cualquiera que sea el signo de momento, nos veremos en una multitud del metro siendo dos, y moriremos en las sábanas de chifón turquesa sin ver algo más que un cuerpo en plenitud.

...Que las gotas de Mayo le canten nuestro pacto, que los vinos, los pimientos, la canela y el amor se citen para la próxima cena tras el nombre de una nueva (pre)-posición.


Hasta pronto,
Con los ojos hechos un mar de embriagantes poemas...

La Señora Esperanzada de Pianos y Centinelas.