lunes, 21 de diciembre de 2015

Este año quiero que...

Este año quiero que te regales la oportunidad de volver a sonreír, por ti, porque lo sientes, porque te nace; no por él, no por darle rabia, no por demostrarle que estás bien.

Este año quiero que te regales paz... la paz de vivir sola, de volver a conocerte, de reconocerte en cada aspecto de la vida.

Este año quiero que te regales nuevos amigos, nuevas formas de ver la vida, de disfrutarla, de aprovecharla, de volverte mierda, de volver a estar bien; este año quiero que te regales el control que todavía no tienes.

Este año quiero que te regales olvido, motivos para sanar, una vida contigo, porque ya nada más importa...

Este año quiero que te regales ganas de ser mejor, aunque para mí ya eres lo máximo, idas a la cama llenas de tranquilidad, un Whatsapp sin su número, una vida sin sus recuerdos.

Este año quiero que te regales ganas de aceptar la verdad que no quieres ver pero en la que poco a poco crees, certezas de que no existe eso en lo que algún día confiaste, pero también soluciones para entender que la vida sigue.

Este año quiero que te regales amor, tú misma y que te permitas recibir el de otros, en la cama y en el día a día, este año quiero que entiendas que está bien ser tú y quiero que te regales el poder de quitarle a otros la autoridad de destruirte la vida.

Este año quiero que te regales felicidad, esa que sentías cuando lo veías, este año quiero que descubras lo que de verdad te gusta, no lo que "les gustaba", este año quiero que te regales la oportunidad de devolverte tu vida.

Este año quiero que te regales el orgullo que te arrebató y la dignidad que se llevó con cada grito y cada desplante, este año quiero que te regales el mejor detalle, volver a creer que eres y serás lo suficientemente valiosa para alguien.

Este año quiero que te regales el valor de la sinceridad, para aceptar que todavía no pasas el capítulo, pero también el esfuerzo para saber que lo conseguirás, este año quiero que te grabes sus mentiras de memoria, para que cuando las vuelvas a escuchar, solo puedas responderle con una risita burlona.

Este año quiero que te regales la ilusión de creer en un futuro mejor, en las noches sin dolor, en un "tú y yo" que te permita construir tus sueños y no que se los lleve lejos.

Este año quiero que te regales la valentía para decir "no", el discernimiento que necesites a la hora de decir "sí", y la malicia que te falta para gritar a los cuatro vientos "¡NO SE ME DA LA GANA!".

Este año amiga mía quiero regalarte mi amistad, porque estoy segura que si hacemos esto juntas nos regalaremos el mejor año de nuestras vidas. No me sueltes la manita...

jueves, 17 de diciembre de 2015

Los drogodependientes son personas

Hoy Bogotá amaneció con esta noticia "Alcaldía de Bogotá entrega kit inyectable a adictos a la heroína", comenté en el foro del periódico y opiniones de todo tipo empezaron a llegar… imagínenselas de todos los tonos, posiciones políticas, religiosas y médicas.

Me sorprendió leer cuanta gente se escandaliza por una medida que más que promover, intenta asegurar un consumo responsable, porque espero que todos seamos conscientes de que la gente consume drogas ¿no? de todo tipo, de muchas formas, hechas de cientos de cosas y con muchos efectos… y esa es una realidad que no podemos desconocer como sociedad.

Me sorprendió sobre todo leer que las personas piensan que solo en los estratos bajos se consume… parece que no han ido a fiestas de universidades o empresariales, me sorprendió leer como hablan de la droga como algo allá, lejano, que no llega al hogar de gente común y corriente como usted y yo, que no le cambia la vida a cientos cada día, me sorprendió ver como hablan de cosas y no de gente cuando la relación es droga-humano. Me sorprendió la hipocresía de la gente, sobre todo al pensar que la gente no anda gritando por ahí ¡hola mira lo rico que es consumir drogas! y sin saberlo comparten cada día con consumidores no solo de cocaína, heroína o pepas, sino que además desconocen que hay gente adicta a los fármacos regulados.

No justifico el consumo, porque como siempre lo digo, la vida es un día a día de decisiones que debes tomar según el camino que quieras andar, y si la hiciste parte de tu vida es porque a lo mejor lo querías, te convencieron, no tuviste el carácter para decir "no" a tiempo, pero está bien… vamos a afrontarlo entre todos. 

Con el tiempo he aprendido que al que escupe para arriba en la cara le cae, odiaba el tema hasta que la droga tocó la puerta de varios de mis conocidos, todo el mundo los apartó, como si no necesitaran una motivación, un entorno seguro y cariño para reconocer un problema tan delicado. Varios de ellos, sino todos, sintieron que además de que estaban jodidos, ahora no tenían a nadie más que a su polvo, que a su cacho, que a sus pepas… Y NO. Dejemos de pensar que son parte de nuestro paisaje, que nunca tuvieron hogar, que ya cuando cargan un cartón en la espalda no son parte de nuestra sociedad. Dejemos tanta mojigatería y al menos aceptemos que hay gente que consume, que vive para consumir, que no se preocupa por la jeringa que usa, o por el VIH que se acaba de contagiar, empecemos a aceptar que ese es nuestro problema ahora y que debemos darles una mano como país, como personas.

Es hora de ponernos los pantalones, no se trata de si yo estoy bien y tu estás mal, se trata de que todos debemos garantizarnos condiciones de vida seguras para mantener y recuperar nuestra dignidad como seres humanos. Dejemos de pensar que las personas cuando son drogodependientes, prostitut@s, cuando han abortado, cuando son desplazados, cuando luchan por una causa que no es la nuestra son la representación de nuestra indiferencia… si la droga tocó la puerta de tu hogar, de tu familia o de alguien que aprecias, crea un ambiente de confianza y no de recriminación, conviértete en la primera opción y no en la última que tengan en este mundo.

Aquí les dejo este vídeo:




jueves, 10 de diciembre de 2015

Ahora le escribo al amor...

Ahora le escribo al amor, porque al dolor le gasté mucho tiempo. Qué vaina cuando las cosas son tan tuyas que no tienes que explicárselas ni demostrárselas a nadie, porque si las vives existen y nada más es necesario si sigue ahí, contigo cogido de la mano y del corazón, aquí o al otro lado del mundo.

Qué vaina buena cuando alguien se te mete en el corazón y te llena de floresitas el jardín de alma y te hace florecer, y ya no importa nada más que cosechar sonrisitas todos los días de la vida… 

Gracias por ser todo lo mejor que me ha pasado.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

¡Madura! Porfa...

Hay que verte cambiando de novia cada 6 meses, creyendo que el problema de no encontrar en los demás lo que buscas, es de los otros y no de ti mismo, una persona que por sí sola no tiene nada que ofrecerle al mundo. Me das pesar, en el sentido más ruin de la frase, andas por ahí vendiendo esperanza, ilusionando con un mañana a la mujer de turno que decidiste enamorar, a ver si esta vez si funciona, a ver si esta vez exprimes tanto a otra persona que eres capaz de calmar el tipo insaciable y despiadado que eres en el amor.

Pero que sabes tú de el amor, si a mi no me engañas... Te ha hecho todo el daño del mundo crecer en una familia dónde no lo has encontrado, vas por ahí intentando que alguien más sea tu mamá pero al mismo tiempo tu amiga y la que te lo chupa mientras ves un partido de fútbol... Temo decirte mi querido idiota que por más que la busques no la vas a encontrar, no porque no exista, sino porque para ti nunca nada ni nadie es suficiente y aunque la tuvieras al lado no la verías.

Hay que verte creyendo que son ellas las que no entienden como debería ser una relación, cuando eres tú el que no entiende que está tan herido y que tiene tantos karmas por pagar, que la vida no te dejará disfrutar nada hasta que tu saldo esté en 0 y puedas entender que los demás no venimos al mundo a darte gusto en cada aspecto de la existencia.

Afortunadamente no soy yo una de esas a las que les has hecho daño, pero no puedo permitirme un silencio más, es hora de decirte la verdad. No estás bueno, no nos esguinzas el cuello cuando pasas y como si fuera poco, tampoco eres el mejor partido para mantener una conversación que no incluya la vida de los demás, o lo buena que es x en la cama. Eres un cobarde, uno que no se atreve a querer porque lo inunda el ego que cree tener, según tú nadie merece un hombre tan bueno y vives de alardear lo que logran los demás, de las ovaciones de tus tristes amigos que a los 30 están igual que tú, esperando que todos los días alguien les recuerde a cualquier precio lo "especiales" que son...

Te lo ruego, por el bien de la humanidad y antes de que dejes embarazada a cualquiera... ¡Madura!, crece, acepta que el hecho de que alguien pueda llegar a quererte es un acto de fe y de bondad.  Nadie se enamora de un tipo que no tiene claro el mañana, y por darte el beneficio de la duda ni siquiera el hoy. Nadie quiere a un tipo sin números en la cuenta pero menos sin ganas de esforzarse por conseguirlos a costa de su pasión. Nadie se enamora de un tipo con el que ninguna vieja quiere volver a tener sexo, porque eso solo quiere decir que hasta para lo más elemental (que en ocasiones para cabrones como tú solo requiere un cuerpo) también eres desastroso... Te conocemos y ya no nos engañas. Pobrecitas esas que aún se deslumbran con esa irreverencia que no es más que el miedo que te permite ser la poquita cosa de la que te jactas. Pero que pobrecitas... si supongo que esto es lo que hace interesante la vida, conocer tipos como tú que nos mantienen sorprendidas con lo que otros pueden llegar a ser, unos completos imbéciles.

Sal al mundo, sánate, date la oportunidad de creer, deja de salir a las aguas a pescar el pez mas débil, nada solo, descubre quién eres, deja de pensar en ti, cada segundo, todo el tiempo. No quieras ser ese para el que alguien tiene un regalo a diario, no quieras ser ese para el que hacen una fiesta sorpresa de cumpleaños, una elaborada celebración de aniversario, no te creas tan especial, porque no lo eres, asúmelo de una vez por todas.

Podría seguir llenando párrafos describiéndote con una lista de adjetivos denigrantes que hasta tu mamá ha usado, pero no tiene sentido, porque solo tú tienes el poder de dejar a un lado ese ser estúpido en el que te has convertido, para ser al menos un tipo con el que puedas convivir sin penas ni remordimiento hasta viejo.

De todo corazón y por tu tranquilidad, espero que algún día llegue la que te enseñe que hay que vivir para enseñarle a tipos como tú que no son nadie sin alguien más... date el placer de la soledad, aprende a decir "lo siento" y luego sal a joderte de la vida, pero para  ya de cagarte en la de los demás... con aprecio y todo el pesar que siento por la gente como tú: porfa ¡madura!

jueves, 22 de octubre de 2015

Los colombianos

Hoy me pasó algo que me hizo reflexionar sobre lo ridículos que somos a veces los colombianos... para los que no viven en Bogotá los voy a poner en contexto para que no digan que asumo cosas que no van a entender.

Todos los días más del 50% de la gente de Bogotá usa el transporte público, eso es mucha gente y más si la reunimos en hora pico... la mayoría se pone cita en estaciones o paraderos para lograr tomar un sistema asqueroso y poco eficiente llamado Transmilenio, que se inventó un ex alcalde supuestamente experto en solucionarle la vida a la gente por todo el mundo con su increíble manejo del urbanismo, la movilidad y todo ese cuento que no me le creo cada que son las 6 y tengo que esperar 40 minutos un K86 en el que haya un hueco para embutirme y finalmente llegar a mi casa.

Hoy como todos los días ordenadamente hice la fila detrás de más o menos 35 personas, me subí al bus, como pude me acomodé igual que los 35 y los otros tantísimos que ya iban subidos, el bus andó 4 estaciones aproximadamente, se siguió llenando de gente, en la siguiente dos señoras intentaron subir por las puertas diseñadas para el mismo fin pero les fue imposible, por lo que decidieron entrar por la puerta de la mitad, acercarse al tablero, pasar su tarjeta y pagar el pasaje como si se hubieran subido por la principal.

De un momento a otro, un señor empezó a gritarle a estas dos señoras que tenían cara de ser mamás, que se veían cansadas y estaban en esos tacones que les exigen usar las oficinas con el cuento de la formalidad... no le bastó con usar el tono incorrecto sino que empezó a decirles montones de cosas que no me gustó escuchar, pues habían pagado su pasaje y no se habían robado nada, solo no habían podido usar la puerta principal... "ladronas", "conchudas", "por eso estamos como estamos", "que tal estas mujeres de ahora", "bájenlas"...

Quise hacerme la idiota, me puse los audífonos, pero no pude, ese anciano no se callaba y detrás de él otros valientes hombres que reclamaban que alguien que ya había pagado su pasaje honestamente se bajara por no usar una maldita puerta... sin más me di la vuelta y grité ¿POR DÓNDE MÁS QUIEREN QUE SE SUBAN? ¡AL MENOS PAGARON EL PASAJE!

En un abrir y cerrar de ojos tenía gente gritándome por lo que era obvio y nos hicieron saber con la voz entrecortada esas mujeres... una mamá que tiene 2 niños esperándola en la casa para hacerles comida, ayudarles con las tareas, dejarles listos los uniformes, intentar tener una vida y descansar, no puede esperar otro bus 30 minutos más porque es el único tiempo que pueden dedicarles en el día... pero claro, hablar desde nuestra comodidad es tan sencillo que nos atribuimos el derecho a juzgar.

Sin notarlo me enredé en una pelea con el anciano irrespetuoso que las agredía... su respuesta todo el tiempo durante el cruce de palabras era que me lanzara para administrar el sistema si me parecía tan malo, porque como siempre los colombianos al final le echamos la culpa al que intenta hacer las cosas bien, pero no al sistema con frecuencias mal calculadas y al que poco le importa nuestra comodidad aunque le paguemos una buena tarifa... él no entendía porque entre tanta indiferencia alguien se había atrevido a ponerlo en su sitio, otros decían que merecía respeto por su edad (aunque él no lo diera), y así seguí escuchando los argumentos de peso de la gente del bus, cómo que dejara de ser sapa, que yo también era mujer y por lo que le entendí a los valientes hombres "las mujeres no tenemos derecho a opinar porque somos mujeres". Sin pena, entre ellas y yo seguimos respondiéndoles hasta que un silencio desconcertante se tomó el ambiente.

En la calle 45, justo donde el bus para 2 veces (una para que la gente entre, y otra a la media cuadra para que la gente baje y nadie entre por la mitad), un vivo se metió Y NO PAGÓ. El anciano solo se quedó viendo y guardó silencio absoluto... ¡ERA MI OPORTUNIDAD! Pegué un grito y empecé a decirle que ahora si alegara, que dónde estaba el hombre macho que hacía respetar el sistema, que bajara al que no había pagado, que ese sí era un ladrón al que ni siquiera le daba pena que todos lo estuviéramos viendo... el señor solo calló, y si no es por el señor de Transmilenio el descarado se queda parado ahí, así como así, porque como buenos colombianos cuando vemos que alguien hace el mal, de frente y sin asco, no somos capaces de decir nada.

Después de un mal momento me puse a pensar y concluí que: los colombianos EN CADA ÁMBITO DE LA VIDA Y LA COTIDIANIDAD, intentamos joder al que intenta hacer el bien, pero callamos cuando la sociedad en realidad nos necesita para comprometernos con lo que nos compete.

Y lo más triste, que todavía hay mucho viejo güevon (y quizá con nietos), transmitiendo que ser mujer es ser minoría incompetente.

Por favor la próxima vez que nos vayamos a comportar como imbéciles y tengamos ganas de irrespetar por deporte, callémonos y sigamos siendo la misma plaga indiferente de siempre.

La gente que...


Cositas que escribo cuando me despierto llena de esperanza.

jueves, 24 de septiembre de 2015

La ecuación del amor...

Recuerdo la primera vez que salí con el tipo que ahora es mi "para siempre". Recuerdo la segunda, la tercera y como la quinta vez también, recuerdo cuando sentí eso que quería decirle antes de colgar el teléfono pero no me atreví, porque todavía no era el momento, porque era muy pronto, porque uno no puede enamorarse tan rápido (según lo que dicen por ahí).

Y así fue, me llené de miedo, del ¿qué irá a pensar? y nunca se lo dije hasta que lo oí de su boca. Él ya sabía lo que yo sentía aunque no lo escuchara, pero esperaba oirlo, y jamás entendió porque yo no era capaz de aceptar que como a él, me llevaba un perrito en la jeta con semejante traga. Y ahora pensándolo bien ¿quién definió y con que ecuación cuanto tiempo debe pasar para enamorarse? ¿hay hora, lugar, número de cita? ¡No me jodan! Casi pierdo el amor de mi vida por andarles parando bolas...

¿Qué es lo más grave que puede suceder? Al final un par de palabras pueden darles a los dos ese golpecito en la espalda para entender que "todo estará bien", que decir lo que se siente es hacer un compromiso con usted de darse, de darle todo lo mejor que tiene. Si siente que ya no le cabe en el cuerpo un "te quiero", un "te amo", un "te extraño" dígalo, cúmplalo, vívalo.

Enamórese en un día o en 2 semanas o en 6 meses, sienta lo que quiera, arriésguese. Deje de temerle a la gente, a esa gente que no tiene nada más que hacer que escarbar hasta llegar al fondo de como asumió que sería "para toda la vida"; porque aunque no funcione más, seguirá siendo ese tiempo por el que uno agradecerá (aunque le duela).

Ser feliz es fácil, preocúpese menos, viva más. Hay personas que no merecen un "para siempre" sino un "hasta nunca", sobre todo esas que no pueden entender que a veces la felicidad nos está esperando y no nos da tiempo de preguntar ¿por qué? ¿cuando? ¿dónde? ¿ya le puedo decir que no quiero buscar otra persona en esta vida para disfrutarla?

Que nadie les diga cuando se tienen que enamorar, entre 7 mil millones de personas no podemos hacer todos las cosas igual. 

martes, 7 de julio de 2015

Stalkear

Stalkear es sinónimo de estar mal
Pero también de te extraño y no soy capaz de decírtelo
Pero también de me hace faltar saber que estás bien
Pero también de ojalá nos volvamos a ver…

Stalkear es sinónimo de estar mal pero también de añorar lo que ya no será.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Sobre ser flaca

Toda mi vida he sido feliz, independientemente de esos kilos de más que llegaron a mí, producto de un mal tratamiento con vitaminas en el afán de mi mamá de curarme de una cosa similar a la anorexia de la que sufrí desde los 5 años... y de paso por mi gusto por la comida. No son muchos kilos, pero cuentan, hacen que el número de la talla sea el mismo desde hace 10 años y yo tampoco me esfuerzo para cambiarlo porque al final he sido, soy y seguiré siendo feliz con este peso o con los 10 kilos que debo bajar según el médico.

Estoy sana pero como de más, y la verdad es que no me quejo porque no hago nada al respecto y esa es mi responsabilidad, los números y porcentajes me afectan de vez en cuando, cuando voy a la playa, cuando estoy en un centro comercial o cuando escucho la frase mas temida para una gorda: "pero no nos queda en esa talla", pero por lo demás mi peso no ha sido obstáculo en esta vida, he tenido lo que muchas flacas quisieran... he encontrado el amor, no una, varias veces y en su momento he sido más feliz de lo que algunas serán, he corrido por las playas sin pensar si alguien me mira, he tenido sexo sin preocuparme por gordos y estrías porque al final es una realidad de mi cuerpo y no me avergüenza, pero además tengo un ranking de lugares a los que volvería con tal de tener de nuevo en mi boca esa comida y no me preocupo por las calorías. Todo eso en un mundo lleno de personas infelices y crueles, es un lujo que no he dejado de disfrutar, ningún número en la balanza me ha frenado para conseguir y llegar donde siempre quise estar y eso es lo que querida niña, me hace tan afortunada que no me da tiempo de dedicarme a sufrir por lo que dices de mí.

Toda mi vida estuve rodeada de una familia llena de personas delgadas en su mayoría, tetonas, piernonas, culonas y caras preciosas, al parecer a mi me robaron la mitad y yo solo cuento con piernas y una cola inmensa (que dirán las que me odian, es pura grasa), y uno que otro filtro que me pone linda la cara en Instagram. Toda mi vida estudié con niñas talla 4 y 6, de piel bronceada y a las que la falda no 4 (como a mi), sino 10 dedos arriba de la rodilla las hacía ver como Lauren en Laguna Beach, no me dejé del bullying, tuve que escuchar cientos de veces "super cerdita", "yayirobe" y 10 mil apodos más, pero al final cuando me enfrenté a gente como tú, querida niña, entendí que fue la mejor escuela para forjar mi carácter para el resto de mi existencia.

Yo ya crecí, soy y he aprendido a quererme, a rezar porque esos exámenes semestrales no digan que algo anda mal, he asumido con dignidad mi talla 12, mis brazos de tía y mis nalgas que no caben en una falda lápiz, pero tú, alardeando superioridad por el número que arroja tu balanza me das pesar, porque aunque seas flaca, no eres linda, ni en referencia a mi (que no busco ser más linda que alguien), ni en referencia a otras, que mucho más bellas que tú (según el común denominador de esta sociedad) te pasan encima y te arrastran.

A lo mejor eres buena persona, pero yo ya no conoceré esa parte de ti, y aunque no lo creas no te deseo el mal porque con la vida que tienes basta, pero si deseo que nunca subas de peso y pases por la frustración de luchar contra tu cuerpo, que jamás traigas al mundo un niño obeso para que tengas que sentir junto a él que verse diferente parece ser un pecado digno del reproche, pero sobre todo deseo con todo mi corazón que entiendas que para la gente gorda como yo, tus comentarios, tuits e imágenes malintencionadas solo son uno, algo más de lo que hemos tenido que aguantar toda la vida.

...Y claro que ser flaca también debe ser una delicia, solo que no es mi prioridad. Qué suerte que la genética te haya premiado con semejante cosa. Y antes de que se me vengan encima todas las flacas que conozco y que tanto quiero, debo dejar claro que no se trata de negro y blanco, de bien y mal, de sí o no, se trata de ser, de ayudarnos entre flacas y gordas en este proceso de aceptación y adaptación que no hubiera sido posible sin la gente que tengo a mi al rededor; ojalá todos tuvieran la fortuna de conocerlos.

Hoy solo quería que alguien, cualquiera que lea esto supiera como llegué a sentir pena por lo que veía en el espejo, solo quería que supieran lo que pienso, lo que no comparto, lo que me indigna y los actos de la gente que hoy me dan risa... y tu querida niña forja tus argumentos, deja de alardear una talla 4 que puede cambiar con los años, te lo dice una ex talla 6 que metida en una talla 12 se realizó y que gracias a la vida entendió la magnitud de la estupidez humana, y de paso se disculpa si alguna vez te ofendió con una estupidez desbordante de la que hoy eres una digna exponente.

domingo, 10 de mayo de 2015

Ser mamá



No sé lo que es ser mamá, pero un par de cosas, muchas, he aprendido de la mía.

He aprendido que ser mamá significa tener la valentía de perderle el miedo a lo desconocido, valorando el hoy.

He aprendido que ser mamá significa darle importancia a la vida de alguien más, demostrándole que siempre se puede seguir cultivando el amor por uno mismo.

He aprendido que ser mamá significa ver pasar horas, días y vidas, siempre con la esperanza de que todo puede ser mejor, para uno, para su hijo, para el mundo.

He aprendido que ser mamá significa tener y dar la cuota de amor justa, más la cuota de exigencia necesaria para formar personas correctas.

He aprendido que ser mamá significa tener una complicidad con alguien en el mundo sin necesidad de tenerlo cerca.

He aprendido que ser mamá significa confiar en pálpitos y corazonadas, en Dios, en lo del más allá, porque solo una mamá podría entender que hay fuerzas que unen el mundo pero no se ven.

He aprendido que ser mamá significa cambiar y mejorar la forma o la receta hasta darle en el gusto a esa personita, sin dejar de cultivar el valor de la sencillez y el esfuerzo de los otros por nosotros.

He aprendido que ser mamá significa darle un toque único al huevo con arroz y tajadas fritas.

He aprendido que ser mamá es tener la delicadeza de vivir, dejando una huella más grande que esa de la muerte o la tristeza.

Pero por sobre todas las cosas he aprendido que ser mamá significa tener una misión en el mundo tan grande y tan poderosa, que aún más allá de la eternidad puedas transportar a alguien con un nombre, un perfume, una foto o un color a ese lugar que aunque no tenga ni techos, ni paredes, se llama hogar.

He aprendido que ser mamá significa vivir esperando únicamente esa sonrisa. Por eso aunque no sea tu mamá, mamá, he aprendido que ser hijo es lo mismo, vivir anhelando que te despiertes en mi hogar con paredes o del alma todos los días.

martes, 10 de febrero de 2015

Volveré a escribir


Quiero escribir pero no me salen las palabras
Hay gente que se lleva hasta eso…
Lo único con lo que te puedes defender, el verbo, los adjetivos, los susantivos
Necesito los pronombres, el tú… porque todavía te quiero
Y no es poquito.

Devuélveme las letras,
Mis libros,
Las notas de la nevera,
Los mensajes de voz,
No te quedes con nada mío, ni conmigo.

Déjame ir,
Sácame de aquí,
Hazme adiós con la mano y vete con alguien más,
Déjame claro que alguien más puede ir ahí al lado tuyo, reemplazando mi lugar
No me llames
No me mandes mensajes pidiendo perdón…

El único perdón que me curaría este dolor es que estuvieras conmigo,
Pero como no va a pasar, dime hasta pronto, que luego será hasta nunca
Difumínate entre tanta gente,
Hazte gris con la ciudad,
No seas más el turquesita de mi vida,
Un fundido a negro como en las películas… y ya está.


Pronto escribiré otro guión, te lo prometo, me lo juro.

miércoles, 28 de enero de 2015

¡No dejes de existir!


Entonces un día quienes te quieren te desconocen, y de paso tu también. Estás ahí creyendo ciegamente en alguien que ya no tiene tu confianza pero tú quieres creer que así es… Y metes las manos al fuego, pero ya te estás incendiando porque como dicen las mamás "en esta vida nunca terminas de conocer a las personas".

Un día terminas siendo esa de la que tanto te burlaste, con todas las fotos de perfil al lado de él, como si vos por sí sola no lo lograras, y te cortas el pelo como la vieja que se la pasa stalkeando y te vistes como no te gusta pero como él te ve linda, y se te olvidan tus hobbies y ahora todo se trata de sus partidos, conciertos y amigos los fines de semana. Y entonces sus amigos ahora son los tuyos y ya desapareciste, el muy te ganó. Te hizo tan suya que ya sin él no, y nosotros te vemos y ya no decimos nada porque para qué.

Y entonces un día terminan, cierras el ciclo para siempre después de verse y tener sexo para convencerte de que todo va a volver a funcionar, pero la verdad es que te das cuenta que ya no perteneces a ese lugar y es como si volvieras a nacer, más que por cómo te sientes porque ya no tienes amigos, no sabes que te gustaba hacer y no tienes idea que vas a comer los miércoles, porque ya no volverán a comer alitas a Hooters; y crees que la vida se te derrumba pero en realidad es una segunda oportunidad.

Te levantas un día y vas a pintarte el pelo (porque qué terapia para darnos la sensación de que todo cambió), te decides a volver a existir, a ser sola, luego con alguien y decides que nunca más te verás como la extensión de la vida de otros. Y vuelves a ver los días como te gustan, recuperas tus espacios y sonríes, libre, sin explicación, caminas despacio, te olvidas del celular, ya no hay encuentros que terminan en un "¿y con quién andabas?" y te das la oportunidad de dudar y todos te felicitamos por volver a existir contigo.

Todo esto me lo acabo de imaginar, porque todavía te estamos esperando… pero seremos a tu lado sin exigirte nada. Te entenderemos y alegaremos, pero te estaremos esperando, de eso puedes estar segura. Un día te vas a levantar y tendrás tantas historias para contar… te las aprenderás con fechas, nombres y actuaciones exactas, serás tan experta en el arte de haber comido mierda que cuando te vuelvas a sentir caminando por ahí huirás, pero con valentía. Para ese día amiga mía, seré feliz contigo y por ti.

Gracias por volver a existir.

viernes, 16 de enero de 2015

Necesito que me digas…



Necesito que me digas que me quieres
Necesito que me digas que me veo linda
Necesito que me digas que te gusta mi nuevo color de pelo
Necesito que me digas que deseas besarme
Necesito que me digas que pase la noche contigo
Necesito que me digas que esperas conmigo el bus
Necesito que me digas que te importo
Necesito que me digas que estaremos bien
Necesito que me digas que estaré bien
Necesito que me digas que seguiremos siendo
Necesito que me digas que nunca también es una declaración de siempre
Necesito que me digas que el siempre no siempre es verdad
Necesito que me digas que me necesitas
Necesito que me digas que no hay nadie como yo, o que si la hay no la quieres
Necesito que me digas que me darás tu mano cuando me de miedo pasar la avenida
Necesito que me digas que cocinarás si yo arreglo la casa
Necesito que me digas que sabes del amor
Necesito que me digas que conoces el perdón
Necesito que me digas que no debes decirme todo esto

Pero te necesito.