domingo, 21 de febrero de 2016

Dos puntos, volvemos a empezar

Hoy me desperté pensando que no soy feliz, pero que alguna vez lo fui. Paradójicamente no tenía tantas cosas como ahora y mientras menos necesitaba, más vivía.

Si hoy pudiera darte un consejo, te diría que no vale la pena trabajar para tener la ropa de temporada, si no tienes tiempo para disfrutarla, para arrugarla, para llenarla de momentos que al menos te saquen una sonrisa.

No vale la pena trasnochar en una oficina si no tienes un día a la semana para ver el amanecer al lado de la persona que amas. No vale la pena tener la nevera llena, si al final tienes el alma vacía.

No vale la pena compartir los fines de semana con tu familia, si al final estás pensando en el informe que se quedó sin enviar. No vale la pena esclavizarte por un futuro, si ni siquiera tienes un presente que te alegre, no valen la pena las selfies, si no fue tan buen momento como para sonreír frente al espejo mientras te afeitas

No vale la pena desvanecerte en el día a día y olvidarte de todo eso que te trajo al hoy, al ahora.

- Deja de pensar por un minuto en las cosas que tienes... Por que no eres lo que compras, no eres lo que usas, no eres lo que vendes.

- Eres lo que piensas, eres lo que disfrutas, eres lo que compartes, eres lo que viajas, eres la suma de las experiencias que construyes.

- Si hoy quisieras volver a ser feliz te diría: Regálate la oportunidad de despertar con el sonido de la calma, con el olor del café de mañanita y no con el "voy tarde" de todos los días.

- Regálate la oportunidad de cerrar los ojos y sentir el viento correr, porque poquitas cosas te hacen sentir tan vivo como las pequeñeces que te recuerdan que lo simple es lo importante.

- Regálate nuevas formas de ver la vida, de sentirte incompleto, no porque te quedaste sin batería sino porque extrañas el sonido de los árboles a las 6 de la tarde.

- Regálate la fortuna de conocer nuevas personas y nuevas culturas, porque nada te hará más rico con el tiempo que ver lo que para otros es invisible.

- Regálate la oportunidad de llorar de felicidad, de construir un hogar en cualquier lugar si la llevas de la mano, porque lo que necesitas no está en un apartamento, está en los lugares dónde quieras encontrarlo.

- De ahora en adelante si quieres ser un poquito más feliz regálate una nueva vida sin afán, sin el "tú debes", sin el "tú tienes qué", sin el que dirán de la gente.

Ser feliz es fácil, solo recuerda quién fuiste y quién eres.

*Texto hecho para una campaña de estudiantes de la Jorge Tadeo Lozano.