lunes, 24 de octubre de 2011

Estoy a punto de...


Estoy a punto de abrir un universo,
Crearlo, escribirlo y difundirlo
Estoy a punto de contar el secreto
De contarles a los demás donde está esta tumba
Donde sembré este árbol,
Donde yacen mis llamas.

Estoy a punto de confesar cuando me enamoré de la vida
Quiero cantar y gritarle al mundo en susurros
 Cuando supe de las letras, del espacio
De los dos, los libros y yo...

Estoy tentada a tararear las melodías de los sábados a las 3:30
Este gusto por el turquesa, esta fe en las estrellas
Estoy a punto de arder en piedras, de esperarte bajo mis ojos,
De cogerte la barbilla, declararte la guerra,
La batalla de sábanas, de imponerme victoriosa en tu entrepierna.

Estoy a menos de dos líneas de decirte a vos
Que sos asociación,
Aquel camino donde descubro el mundo en bruto
Los campos y caminos que me llevan al infierno,
Al paraíso, a las cavernas,
Al silencio, a la sangre
Y a tu mundo en el que me hundo.

Calor de hogar, de hoguera...


Mi casa, de muros en adobe, entre valles y flores, entre lluvia y ventiscas que me obligan a abrigarme. Espero la llegada del sol no sin antes llorar, y dejar mis lágrimas en cualquier maleza que ha de nacer en frente de la puerta, estoy metida entre mis cobijas pensando como calentar mis pies, y anhelo el humo de tu cigarrillo, tus párpados entrecerrados, el lenguaje de los dedos, la respiración de color, la ola que palpita entre, después, antes...

...Llegas aquí sin Dios, ni nombre, sin lluvia y sin agua cayendo de tu bufanda, vuelves a mi con ganas de ti, pestañeando recuerdos y contándome todo lo que padeces cuando caminas por la trocha que te lleva al pueblo.

Estoy contigo, esperando tu abrigo, mi obligación, mi gusto, tus cachetes ásperos, tus brazos hambrientos, tu alma entregada, cansada, estoy aquí nadando en la esperanza, acudiendo a tus llamados desde una cárcel a la que yo llamo tranquilamente montaña y jaula. Estoy para vos, con todos mis tambaleos, con las indecisiones características de este argumento que llamas amor, venciendo al tiempo, sangrando en tu flor, estoy escribiendo cartas de ojos negros, finales pequeños como 'tu y yo' por ejemplo...

Y si te me otorgas la palabra, te prometo un sueño ¡te lo cedo!...