viernes, 17 de febrero de 2012

Nosotros son otros yo, otros tu, otros...


Con los ojos no me hables, que ya me habló tu provocación, si esto es lindo no entiendo que haces conmigo...

...Igual no te importó, el relato de nuestros encuentros está de menos si es que te quiero y te quiero. Todos, los demás, los que no saben que es caminar de tu mano nos miran, nos observan con curiosidad, creo que estamos enamorados -como para decirle a esos, a los demás más o menos que es este no se qué que esta en un no se donde- y no nos hemos dado cuenta.

Y lo de menos es estar, porque ya hemos estado y podríamos vivir de lo que cada día empieza y nuevamente piensa terminar. Vos serás todo, menos excusa.

¿Que es lo que vamos a hacer?, sin instrucciones se que nos vamos a encontrar. Ya conoces mis ojos, la forma de mi boca, aprendiste a agarrarme con fuerza la cintura y creo que lo de menos es el lugar ¿a dónde vamos a llegar?, a mi llévame y no me digas si hay final porque ese fragmento de historia ya lo sé y si lo quieres conocer, no me incumbe.

No vas a olvidarme, yo lo sé, lo sé porque no quiero olvidarte y voy a pensarte cuando pueda sonreír con discreción, el comentario es el pan de cada día y tú y yo hemos trascendido...

¿Me vas a responder?, si apenas encuentro una respuesta en esos escritos hechos piel y solo me proyecto en la imposibilidad de existir si (no) es con vos, y una vez más ruedan pensamientos. Estas hecho, yo te he hecho, tu me has hecho, esto es nuestro, solo nuestro.

...Yo, la que muere y respira en cada verso y va a revivir en tus besos, la que mata mariposas con comentarios del más acá, la que se esconde tras tu sonrisa y haya un lugar de paz. Vos, el que me envuelve y me habla al oído con intención, el que sabe acariciar mis sonrisas, el que ya conoce mi dolor. Vos, el que no bebe y no necesita del licor para construir momentos de verdad, porque soñando en ausencias es que ha construido la certeza.

Vos, del que daría cien mil descripciones, del que no quiero hablar más, el cielo en el que construí un hogar, el lugar del que no me quiero marchar, la voz de las mañanas, de las noches, de la duda, de la incertidumbre, del sinsabor, vos, llega el silencio y nos cierra la puerta, y no nos hemos ido.


...Nos vemos mañana, nunca, siempre, lo que dure este siempre. Todavía no me dueles.

Corazón valiente, yo lo que quiero es que no mueras por otros, que mueras por vos, que no mueras por nadie, que no mueras por mi y mucho menos conmigo. Me rindo, levanto los brazos, te entrego mi ternura, todo lo que siento cuando te siento, todo lo que siento cuando me invade el miedo. Lleno el vaso, me como un pan y prefiero aunque no sea tu sensación, lo que me clavas en los dedos cuando te alejas en silencio. No se trata de llenar, se trata de irme abandonando mientras me coleccionas. 

...Una pieza más ¿lo notas?

La obra está completa, no olvides cerrar la ventana cuando duermas, a lo mejor alguno de mis caprichos en luna llena quiera estar contigo, una bebida caliente, calor, porque a diferencia de Federico vos sos tolerancia, amigo. Porque a diferencia de cualquier otro amor, no te amo, te quiero y eso es todo lo que quiero.

Déjame escapar que el regreso es sincronía. Volvámonos a conocer y te aseguro que soy capaz de cometer el último error, si vos sos el último intento.