lunes, 29 de noviembre de 2010

Mamá, mujer, soñar...



Hola señorita, que ojos tan brillantes tienes, que inmensa y encantadora sonrisa, que manos tan suaves, que palabras más bonitas las que vienes susurrando en esta avenida, quiero decirte que he estado viéndote, llevo horas admirándote y personalmente creo que te acercas a la perfección puesta en una mujer... pero si te dijera que eres perfecta te estaría quitando lo más importante y es tu búsqueda de ser mejor desde tu interior, tu señorita eres el silencio eterno que podría acompañar en el tiempo, eres la sonrisa interminable que podría admirar sin males, eres el ángel más hermoso que me enseñó con suavidad a abrir los ojos, eres el ejemplo más claro de que la nobleza siempre esta al alcance de nuestras sollozos, eres el pasado, presente, futuro, finito e infinito de mis realidades sin principio, eres tú quién comparte, libera, captura, refleja; amor, cariño y comprensión con la fuerza de los pasos que te llenan, eres tú mujercita mi mamá, la mujer que con el paso de los minutos me enseñó a hacer parte de cada segundo, mi orgullo, la prisionera de mis sueños, la esclava de mi pensamiento, la libertadora de mis miedos, gracias mamá porque eres quién llena mis días, quién me ayuda a completar las piezas de este inmenso rompecabezas, quién me lleva a volar con solo tocar mis pupilas, gracias mamá por llegar a mi alma a hacerme una constante esperanzada de mis pisadas.


Hoy y siempre señorita, tienes mi corazón, mis fuerzas, mi entrega, te amo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Hundidos -vs- Untados


Siento esa mala vibra, la misma que boto yo en cada palabra que arrojo con este megáfono que llevo en el alma inconforme, en el camino trillado, en las miradas desgastadas de cada ser que intenta ser 'diferente' cuando de vez en vez confirmo que todos somos más que semejantes, llenos de la misma cera, colgados del mismo gancho oxidado, cargados de arsénico, cianuro, y veneno de cobra recientemente alborotada por algún humano, siento ganas de vomitar cuando les veo sus caras, cuando me veo la mía, cuando huelo a mi vecina, siento ganas de aniquilarlos a todos y de no verlos más, nunca más.

Me aburren sus caras, sus adjetivos fuera de tono, sus sonrisas enfrascadas, sus fachadas de plastilina, sus poros enconados de maldad, sus frases continuamente monosilábicas que ustedes los ilusos creen que me llenan la maldita existencia, el desgraciado caminar; tengo ganas de enterrarlos en el mismo campo, para que se hagan la misma compañía que se han hecho en esta tierra, mi tierra jodidamente fatalista, quiero pasarles por encima, y que ustedes pasen por encima de mis alaridos, escuchar sus gritos, cortarles su garganta, no escuchar de nuevo sus latidos, verlos blancos, morados, azules, verdes, descompuestos, verlos hechos tierra, polvo, verlos siendo lo que nunca creyeron, pero siempre fueron, tierra revuelta con excremento.

A ustedes malditas copias unos de otros, a mi misma que hago parte de la asquerosa porquería que me rodea día a día mi mayor deseo de exterminio, de muerte, de dolor, del sufrimiento en furor.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Sin ti(niebla)


¡Si claro!, estábamos caminando; eramos él y yo, sentados justo en ese borde donde ni yo caía ni el subía hacia mi, el momento se tornaba sumamente hermoso y mientras yo callaba el cuento del día que de costumbre narraba inventando fantasía.

Él... él me miraba con tantas preguntas que yo sentía que escapar a las respuestas consistía solo en sonreír doce minutos más sin sentirme ahí, ausente como nunca parezco pero como siempre estoy, omnipresente para mis excusas, irresistible a mis justificaciones, entre besos, abrazos y caricias se acercaba el trayecto agotador, reíamos y suspirábamos, él aclaraba que yo era su razón y yo solo movía mi cabeza ocultándole que las mías eran... eran esas otras vidas.

Me limpió 3 veces cada pupila, me regaló una nube ocre, una hoja purpura, un pedazo de cielo naranja, 6 hojas celestes y un sin límite de colores que hacían de cada segundo un momento emocionantemente inolvidable.

Vino, calor, frío, frustración. Yo; yo engañada, él creyente, yo en mentiras, él en franqueza infinita, yo cómplice de mis actuaciones, él protagonista de mis dolores, yo en la poca armonía del ambiente, él alineando pájaros para escribir una frase, yo con ganas de alejarme, él con ganas de acercase, yo con ganas de jamás volver, él con ganas de olvidar un 'siempre', yo constantemente etérea, él siempre permanente, yo de nuevo ausente, él, él grabado en cada suspiro secreto de esta mentira que llevo clavada en la mente.

Pronto mis ojos nublan los colores, y llega la despedida, no hay vino, no hay pájaros, no hay afirmaciones, no hay preguntas... mucho menos existen las respuestas, ya no existe la fijación, no hay 'hasta pronto', se ha olvidado el 'adiós', pronto él se marcha con su piel cuarteada, la mentira se me ha salido por los poros, creo que ha encontrado aquella secreta pero notoria entrada, ha aparecido la vergüenza, ha aparecido mi verdadera cara, ya no le agrada esta fachada, ya no volverá... solo desearía que esperara pero escribir mi parlamento tomará unas cuantas fallas más.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Mentir(oso)

-Si una sonrisa fuera suficiente, todo en la vida funcionaría, ¿no crees?

-Digamos que... que creo en las sonrisas, pero en aquellas que hablan, no en las que inventan cada suceso de la vida, ¿entiendes?

-Creo que sí, tan solo tengo que decirte que; que amo las mentiras; ahora largarte payaso no vuelvas por aquí, tú... tú eres demasiado franco para mí.