martes, 27 de marzo de 2012

De los pasados que no acabaron


Me siento en la mitad de una tarde de verano en la que extrañamente llueve, cultivando una vejez que por lo visto se demorará, pero que atrae los suficientes viejos para enfermar de edad, para olvidar las excusas...

Me siento sobre un pájaro que ya no vuelva más, y todo lo que espero es recordar exactamente las líneas de tu boca. Sobre mi pelo se posa el sol, y me quema fuerte, fuerte, fuerte, fuerte como me quemas vos que sos sol aparentemente.

¡Escapémonos! te digo con fervor, confiando en que tu partida la visualizas conmigo, y sentados al son de Artichoke te consiento los cachetes pronunciados que te regalaron al nacer, y te beso las orejas y me pides un beso más fuerte y sincero allá, donde nadie más se acerca.

Sabes que te conozco bien, porque ya hemos nadado en la porquería que queda después de que el amor está por acabar, y aún entre tanto conocemos el camino a casa. Y aunque nieve y todo sea un desierto sin compasión, llegamos al sofá amarillo, porque no podría tener otro color, ni otro olor después de que me miras y pestañeas como si hicieras ejercicio con los ojos.

...Horas enteras descansando en lo que somos.

Ya es una costumbre sentarme a hablar con la soledad, son pocos los días como estos en los que tengo tiempo para escapar, y llevarme de los brazos a la fuerza allá donde está la felicidad, pero la vida es fuerte y me has hecho heroína, héroe y la puedo abandonar... vamos a luchar contra el olvido y la justificación. Estas tú, estoy yo y nuestro ejercito espera fundirse con el dolor de un pueblo que nos ve, y que nada entiende, como el pueblo real, que oye pero no escucha, que ve pero no observa...

Mientras tanto en un rincón de la habitación, los escritorios tenían monstruos dentro, signos y tintas con un fin perjudicial que pronto no me permitían sentarme a justificar mis actos en letras, letras que a lo mejor alguien leería con otro ritmo, con otras penas. Y yo me asustaba y sentía que no estaba conjugando bien, pero como iba a conjugar si ni siquiera sabía a que tiempo pertenecía.

...Cuando respiras esto, todo esto que tú, que sabes quién eres, sabes que es, tiene sentido y está próximo a existir si se lo permites.

Lo confieso, está bien, de nada me sirve vivir con más secretos si ni siquiera conoces lo que es, cada vez que lloraste por mí te tuve entre mis brazos y no te solté, porque aunque no te amé, te quise y eso era lo ideal, no llegar a hacerte daño y que no tuvieras que esconderte de mi cara cuando fabricaras paso a paso otra realidad, y llegaras a otra vida y sonrieras como la niña que nunca te dejé ser. Y si no te describo es porque solo logro recordar, y no me aproximo, y si me aproximo no quiero amanecer en tu cama... ten piedad.

...No es algo más que otra súplica que queda en medio de tus senos y que no se va con el agua, no es algo más que otra manzana podrida devuelta por tu intuición, no es algo más que ese licor ahogado por las lágrimas y tus sollozos, es un hasta pronto cuando quieres decir adiós, y te tiemblan los labios de pánico.

...Por las venas me corre sangre de cristal
y me corta, y no dejo de sangrar
y por eso es que les digo que tengo la vida herida
pero ustedes me creen loca
¡que tristeza!, loca ella.

Y aunque...


Y aunque pudiera escoger otro lugar,
Otro estudio donde hacer el amor,
Otro sofá donde encontrar el recoveco perfecto,
Otra regadera donde sentir la pasión,
Cualquier otra terraza donde pedir deseos...

Y aunque pudiera tener otra razón,

No quiero una que no sean tus manos,
Tus besos, tus versos, tus ojos...

Y aunque pudiera tener otra sensación,

No quiero el miedo que no sea nuestro,
No quiero la suavidad de otras manos,
Los nervios de otro encuentro...

Y aunque pudiera tener otro amor,

No quiero uno que no sea el libre,
El terco, el testarudo, el que no tiene remedio...

Y aunque pudiera tener otro reproche,

No quiero uno que no sea el de tu lugar,
El de tu compañía,
El de tu noche,
El de tu dolor...

Y aunque pudiera tener otro dolor,

No quiero uno que no tenga tu nombre,
Que no posea tus apellidos,
Que no posea tu perseverancia por entender,
No quiero uno que no me diga "siempre"
Y que se vaya siendo "nunca" y presente...

lunes, 26 de marzo de 2012

Abismos



Porque eres ave que girando en rebeldía
desafía la bruma
                                     la ardua noche
haciéndola más honda y más oscura
y más inmenso el mar
                                     porque eres nave y náufrago a la vez
                                     sin velas y sin anclas
                                     solitario
                                     profanador de todos los confines
potro de sombras desbocado y dulce
para la libertad
                                     y el cielo galopante
hecho de vientos y hecho de huracanes
y sin embargo calmo como el agua
de misteriosos y profundos lagos
                                     porque extraviado pero indiferente
                                     como un rey agraviado deambulas
                                     por los caminos de un imperio en ruinas
                                     porque eres un reloj sin manecillas
                                     un bello loto sobre los pantanos
porque te vi sonriendo en tus orillas
                    cayendo voy
                    errática y ardida
en tus oscuros mundos abismales.



"Círculo y Ceniza"
Piedad Bonnett

martes, 20 de marzo de 2012

Monólogo de un dolor polifacético


Se sienta desolada y alejada esperando un alma, un pájaro, una montaña, un hogar, unas sabanas que la puedan salvar, pero sabe que su vida esta acabada, derrotada y sin salida, se le encharcan los ojos y en ellos un niño empieza a saltar, y desborda los charcos y ella llora y llora y llora...

No deja de conocer la lluvia, la conoce tan bien, que sabe como recibirla con el cuerpo y con la mente. En posición fetal se recuesta en las sabanas térmicas que solo con frío le acarician el ser que no es, y todo lo que espera viene pisándola fuerte.

Me rehúso a amarla más porque cuando soy imposible todo cambia...

Esto no se trata de una mujer, se trata de que hace mucho tiempo todos piensan que la amo más allá de la necesidad de sus letras, sin siquiera haber visto su cuerpo la visito y todos tienen fotografías, rastros de un encuentro que en cenizas se quedó. Si se le hacían hoyuelos en los cachetes, mi destino estaba destinado.

...Y lloraba y lloraba sin siquiera entender que si le sucedía ella se salvaría, sin siquiera entender que no le sucedería y que tenía que aprender a perderse, a perderle, a perder.

No necesito nada más que este miedo que me deja el perderte en calma, sin rabia, sin poder rechazar la invitación a ser libre, a volar sin alas.

Y yo evadía la mirada sabiendo que no lo volvería a ver, porque ahora yo era la imbécil que lo dejaría a él.

Créanme dramática que a mi lo que menos me importa 
es describirle a ustedes un dolor del que nada y poco
entienden.

Ese día...


Ese día el cielo era púrpura y yo lo recordaba entre la recurrente indecisión de enviarle un par de letras con las que el cielo me lo había traído.

El mundo era otro mar, porque mis ojos eran río y yo lo inundaba de a poquitos. Nos habiamos marchado sin opción de regresar, estabamos en una distancia que mataba y en cada cigarrillo que fumaba dejaba mi nombre, mis letras, los besos en la cama, la pasta, los nombres de colores, el sin sabor, los parques húmedos, los taxis a los que nunca me acompañó.

Era otro, necesidad, impulso, necesidad. Y yo urgida, desesperada y él no volvía y no volvería.

El cielo sigue púrpura y él ahora cede mis detalles, olvida mi penumbra y solo vive en sombras que le permiten habitar, nunca entendió mis preguntas, ni mi contradicción, ni la adicción a volver a sentir sus besos. En el sentido de esta vida era completamente ignorante, no conocía la metodología, ni la proyección, en el sentido de esta vida el no proponía solución, invitaba al problema, al castigo, al dolor de amarlo...

...No volvió, fue ese día y el cielo siguió púrpura hasta que el color se cansó de recordármelo, nunca respondió, puse las piezas del mundo en su lugar, me senté a recordar, a darnos una nueva bienvenida de la que él no participaría, la bienvenida a olvidar que el me había olvidado desde que se me fragmentó el alma.

lunes, 5 de marzo de 2012

Relatos de un él, que ya no es...




Pienso, luego existimos.

Inicio:


Calificativo, como siempre lo fue, llenando a las personas de adjetivos innecesarios para poder expresar todo lo que su léxico no le permitía. Sin pudor, y como cualquier hombre que no ha conocido la suavidad de una mujer, burdo. Y yo, llenándome de sus calificativos y de su ser carrasposo e inaccesible, el cuerpo lo podías comprar, el alma no te la ganabas ni por accidente. Y así transcurrían los días...

Historia 209 y ahí se va, mientras relato la forma de esa nariz que busca desembocar en un beso que me ahoga.

Sus visitas siempre estaban llenas de manos en los bolsillos, besos en el cuello, corrientazos en el cuerpo y sacos que se tenían que lavar, nos recorría un olor penetrante y casi que se acaban los panecillos, excusa por terminar, estar pendientes de las boronas.

Se me acercaba con el misterio característico de los mordiscos que estaban por llegar al labio inferior, y te abandona la paz cuando más la necesitas. Era un hombre que hablaba de mareas sin conocer el mar, y frecuentemente olvidaba con intención pronunciar el nombre de esa mujer, con la que se hacia vida en un intento de vida.

Como explicar esa sensación de respirar todo lo que algún día dejé de soñar...

Afirmar, que vos sos la mismísima muerte prolongada y ya no importa nada si como el delito, la ley, la justicia que cojea, así como llegan ellas, llegas vos, tarde pero te quedas conmigo.

Si tu supieras habitar las noches...

Un cuerpo del que absorbes hasta la última gota, un cuerpo que nunca fue un amor de recordar y aún así cultivó sentimientos durante unos años y algo más empezando por su mamá... y si me tengo que marchar es porque ya no puedo conjugar el verbo amar en tu vida. A eso se resume la tristeza en lo que logramos derrumbar, dinamita de dos y todo explota y escombros de corazón es lo único que rescata el olvido, rastros y días conmemorables para pasar adolorido.