viernes, 30 de abril de 2010


Ya nadie promete más allá del tiempo, todo se cree eterno, pero de lo momentáneo nadie se salva... iré nadando en mi oscuridad y escalaré el camino al entendimiento humano, al entendimiento de lo efímero.

jueves, 29 de abril de 2010

La fortuna de existir


¿Es tan difícil ser feliz?... sentada en un anden observaba como se movía la agitada ciudad, como contestaban sus teléfonos, como se enredaban en sus propios pasos para llegar a sus destinos, caras largas, nubes grises, lluvia improvisada.

Y yo sentada en el anden con la intención de hacer amistad con las palomas...Iba caminando tras los pies del aire para ver si podía atraparlo (no logro safarme de esa obsesión de sentirlo) y me fui caminando sin rumbo y sin destino alguno, ver un rostro ya no era mi incentivo, sentir algunos labios tampoco, saciarme de deseos siniestros si que menos y entonces así mi caminar ya no tenia un objetivo claro, yo ya no tenia pasos.

¿Cómo añorar la soledad? ¿cómo vivir sin ilusiones?... ya no tenía caso preguntar, ya no estaban las margaritas que me daban respuestas de inmediato, entonces seguí mi rumbo desconocido, invente canciones en mi mente, arrugue papeles, finalmente en el parque me senté,pretendía hacerme amiga de la soledad, y entre un dialogo que solo ella y yo entendimos, hablando de los recuerdos, de las pasiones, de los delirios eternos, de las marcas del cuerpo, de los olores que íbamos a recordar, de los detalles que ya se fueron (aunque nadie lo crea es una buena compañera en las tardes de Abril, es una buena consejera para actuar con cabeza fría, es una presencia preocupada por tu presencia, por tu risa, por tu tranquilidad).

Le dibujé un poco de espirales con letras que me regaló el prado con piel de arándano y pensé, pensé que soy afortunada de ver los pájaros en mi ventana, de aun tener la ilusión de que alguien me regale la luna, de tener miles de canciones para declarar esperanza, de poder descifrar por medio del tacto, de tener libros para recomendar... soy afortunada por poder enrollar el mundo en mis frases, de sentir el agua en mis pequeños dedos, soy afortunada por ser amiga de la soledad, de su olor, de su presencia etérea, de su sentimiento vago.

miércoles, 28 de abril de 2010



Vivo buscando la manera de caminar sobre el agua sin empapar mis sueños, sin humedecer aquellos anhelos, sin perder la distancia clara que me separa de aquel riachuelo.

viernes, 23 de abril de 2010



Escucha esa ráfaga de viento cuando tus pies se despegan del suelo...

lunes, 19 de abril de 2010

Caminando se marchó...


Son las 7:10 p.m de un 19 de Abril de 2010, y se acaba de marchar, me ha dado el ultimo beso, creo que va a zarpar en alta mar, a buscar aguas mansas mientras yo le regalo a su ausencia un matorral de besos muertos.

Romeo y Julieta


Éramos Romeo y Julieta, afuera, en un jardín, cantaban las golondrinas llamando agua mientras nosotros solo nos veíamos los rostros. Él me incitaba a acercarme pero no, yo solo quería contemplarlo aquella tarde.

Le dije que cerrara los ojos, que saliera de esta ciudad por un rato, que cuando contara tres corriera justo en el espacio donde se juntan la arena y el agua del mar, que si me llegaba a resbalar, no dudara en seguir, igual iba a levantarme, y así fue.

Los cerró, dibujó una enorme sonrisa en su cara y me decía la arena esta suave y calientita. Grité: uno, dos y tres... ¡corre!, mientras yo corría a su lado tomé su mano y le dije escapa lo mas rápido que puedas.

Él se detuvo, me dijo que no quería escapar, que solo quería seguir en aquella arena calientita unas cuantas tardes mas, que no quería dejar de soñar a mi lado, que no me fuera, que no me alejara, que fuera su amiga, de nuevo su confidente.

Me dijo que siempre alguien le había dicho que se alejara de Julieta siempre que lloraba en las escaleras, pero que su alma era tan fuerte, que siempre encontraba el lugar en la inmensidad para llevarme a admirar garzas. Abrió sus ojos, se levanto del prado, me dio un beso en la mejilla y me dijo: hasta pronto.

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Ahora somos Romeo y Julieta, a secas; y lloramos en las escaleras de nuestras casas, suplicando que ni el uno ni el otro se vaya, vivimos caminando sobre arenas calientitas, pero rara vez sentimos la marea en esencia... seguimos recordando esas tardes en el jardín, con la gran diferencia que desde esa tarde el 'hasta luego' fue un hermoso fin.

El día en que alguno de los dos tuvo que volar


Hace unas horas que se me vienen inundando los ojos, creo que tengo que llamar al plomero pero he perdido su teléfono. Creo que he gastado bastantes pañitos en el suelo para no resbalarme con la humedad de las lágrimas, pero que mas da, si me caigo no será mi primer golpe, y existirá algún analgésico para aliviar el resentimiento de mi cuerpo.

Muchos dicen que siempre he estado sola, que no merezco llorar, que va a regresar a mi, o que a lo mejor solo soy una ilusa, que importa, igual nadie entiende que eso no es lo que duele, lo que duele es la ilusión marchita entre un matorral de margaritas amarillas.

Duele salir a la calle y no tener la emoción vivida mucho antes, duele no tener agudizado el sentido del olfato, duele no disfrutar el tacto, duele no volver a ver esas sinceras sonrisas.

Hoy no espero que me comprendas, ni que sigas a mi lado, hoy no pretendo que vengas con flores, chocolates o canciones a decirme que sigues enamorado, hoy no pretendo nada, hoy no pretendo enfrascar mi vida, hoy solo pretendo dejarte volar.

domingo, 18 de abril de 2010



"Hoy le he dicho hasta luego a tu pelo, a tu sonrisa, a nuestros sueños".

16 de Abril de 2010.

sábado, 17 de abril de 2010

Ánimos de soñar

Me recuesto en tu pecho, rendida en tus deseos,
Recorro el interior de tus ojos solo con un beso,
Palabras que se susurran con ritmo de una balada,
Y aquellos sueños del ayer.

Junto a ti poseo las ganas de volar,
De sonreir, de saltar,
De hacerte cosquillas hasta hacerte llorar,
Junto a ti nacen los deseos de hablar,
De escribir, de fantasear con los olores,
De imaginar con los sabores,
Junto a ti descubro mi talento de persuación,
De sutileza, de definitiva contundencia.

¿Que queda despues de este amor?...
Recuerdos, ilusiones,
Confesiones de una sabana indefensa,
Los ánimos de soñar, de reir, de ser niños por última vez,
Hoy, ven a sentarte en nuestro muro,
Escribe una vez más en la pared
El sentimiento que te amarra a mis hombros,
Y aléjate una vez más,
Pero nunca dejes de susurrarme que serás el poeta
Que me convencerá allí postrada en mi enorme cama.

jueves, 15 de abril de 2010



Estoy desnuda, veo mi piel de gallina, mis poros se han despertado estimulados, arreglo mi pelo, observo mis curvas imperfectas al espejo, recorro mi cuerpo contigo en mi pensamiento, pero no me dan ganas de conocerme, solo siento ganas de que tu me hagas conocer mis instintos, mis desenfrenos...

Es aquí cuando empiezo a sentir que extraño que despiertes a mi lado, después de una noche de pasión, donde fuiste el poeta que llego a mi ventana para enredarse en esa canción.

domingo, 11 de abril de 2010



Caminando por esta fría ciudad, me di cuenta que ese vapor que brotaba de las calles ya no se podía respirar, y mucho menos recomendar para limpiar el alma.

sábado, 10 de abril de 2010

Entre suspiros me encontraba...



Era tarde, el sabia que había llegado la hora, que Jane moriría, y que ya no había tiempo para seguir sentado en el prado sintiendo la neblina. Entonces corrió rápido a su cuarto, ella allí lo esperaba postrada en cama, triste, (des)esperanzada, pero feliz, Harvey estaba allí.

No la había dejado sola un solo instante, mucho menos en el segundo de su muerte le faltarían sus miradas deseosas de caricias, se regalaron la última sonrisa, aquella que solo ellos dos entendían, y yo desde la puerta me sentía orgullosa de tal imponencia del sentir.

Harvey se acercó tanto como pudo, sin tocarle siquiera un centímetro de su destruida piel, justo antes de llegar a besar su boca, se detuvo, la vio, cuadro su boca justo en el ángulo donde no se le escapara la esencia de Jane, la tomo de la mano, Jane sabia que había llegado el momento.

Con un suave gemido de dolor, con una ultima mirada deseosa de caricias, de pasión, apretó su mano, y exclamo: ¡Adiós!. Cerró sus ojos, postro de nuevo su cabeza en la almohada, calló para siempre aquella poeta.

Harvey no lloró, se veía inmensamente feliz, era algo que nadie esperaba sentado en la silla donde Jane escribía solo decía: He acercado tanto mi boca para que tu "adiós" sea mi ruta directa al sueño prolongado de vivir, he acercado tanto mi esencia que tu esencia ahora esta dentro, creo que te amare para siempre Jane, te cumplí, no deje escapar ni un centímetro del alma que un día me diste en aquella sabana violeta, en aquel desolado cuarto, que con tu sonrisa tuvo poesía...

Desde aquel 7 de Agosto de 1945, Harvey toco todos los días la misma melodía en su piano, se sentó a la misma hora en el prado, y visito aquella casa blanca desolada cada atardecer naranja... él ahora era la tinta de sus iniciales, la segunda cuerda de su guitarra.

martes, 6 de abril de 2010

Aquella noche de estrellas


Esa noche me hablaste de las estrellas (no de que le habías pedido a ellas) y de que pensabas del amor. ¿No lo recuerdas?, entonces te haré memoria.

Ese día estábamos sentados en la sala de mi casa, fumabas un cigarrillo y mientras yo te veía, escribía. Salí al balcón, allí te encontrabas y me postre a tu lado mientras terminabas la linea de nicotina que te enviciaba pero no mas que yo...

En ese balcón levantaste la mirada al cielo, yo lo hice contigo, te dije que el cielo estaba estrellado, que estaba hermoso, y me dijiste de forma seca: Si.

Seguiste fumando tu linea...y de repente me diste un beso, me abrazaste porque yo tenia frió y me dijiste al oído unas cuantas locuras que te narraba la noche, con el sonido del viento hicimos el amor con locura, con entera pasión...

Después me recoste en tu pecho y dejé escapar mi aliento.

Esa noche te dije mas de 10 veces cuanto te amaba, y tu con gestos que solo yo se decifrar, simplemente acariciaste mi pelo y una vez mas recorriste mi cuerpo.

Fue esa noche que te escribí a ti, fue esa noche que hable con las estrellas, bueno...entre muchas otras.



"Háblame de tus abrazos, de nuestro amor imperfecto, de la luz de tu utopía, que tu voz tape este estruendo".


Arrópame con la luz de las estrellas,
Y asintiendo en silencio vuelve a hundirte entre almohadas,
Haces que te piense hasta en mis sueños... estoy delirando
Haces que te lleve presente en mis delirios... ya estoy loca.

lunes, 5 de abril de 2010


Hoy estás aquí, a mi lado, me das una felicidad tan grande. No hay estrellas, pero estas tú, no hay mayor inspiración, pero esta tu voz, y nuestra canción, no hay muchos sentidos en este frió lugar pero esta tu corazón, ya lo escucho palpitar. No tengo agudizados los sentidos como un ciego para seguir un camino, pero basta con ver tus ojos para saber que jamás me perderé mientras cuides mis pies.

Mil y un soles veré a tu lado, más de 3 lunas habremos alcanzado, cinco o seis planetas reirán en mi ventana solo porque tu has ordenado que no me desamparen mientras no estas en las noches. Más de un suspiro se escapará, porque eres una ilusión que no termina, y no terminará.

Buenas noches.

Y sin palabra alguna


Era una noche fría, la ciudad estaba concurrida, iluminada, y un tanto fastidiosa, sin embargo yo sentada en un paradero, esperaba ver su cara o siquiera su voz, asomándose por el aquel anuncio rojo que me acompañaba...

Estaba ansiosa por verlo, movía mi bufanda de un lado para otro, y empezaba a sentir nostalgia, tan solo porque pensaba que no iba a aparecer esta noche, la gente que transitaba las calles me observaba, y yo con indiferencia los veía y les decía: Siga, siga.

No se de donde salió, pero cuando dejé de ver los buses pasar y me volteé... y él estaba allí con una leve sonrisa, y estirando su mano para que yo la tomara, sin duda alguna la tomé, me paré de aquél sitio y le di un sincero abrazo, me dijo: Buenas noches (y no volvió a pronunciar palabra alguna).

Prendió un cigarillo, y creo que empezó a fumarse el pensamiento, apretaba mi mano cada vez un poco más fuerte, detuve la caminata, y viéndolo a los ojos le brindé un apasionado beso.

Arrojó su cigarrillo a la calle, puso mis manos sobre su rostro, agarro mi cintura con propiedad, y respondió mi beso como si nunca antes hubiera tenido uno de esos apasionados, deliciosos y cálidos que supe dar.

Terminó, me vio a los ojos, cogió mi mano de nuevo y seguimos caminando, de nuevo nos detuvimos.

Me señaló una estrella, y en un papel de esos que tenia en sus perdidos bolsillos me escribió con tinta roja: "He vuelto a creer en ellas"... yo le respondí en su nota: "¿en ellas?"... y él respondió: "Si, en las estrellas".

Guardé aquella nota en mi bolsillo y seguimos caminando, llegamos al parque, aquella noche teníamos antojos de ver el cielo, nos sentamos, el pasto estaba húmedo, pero se sentía como de piel de arándano, nos recostamos en aquella bufanda rosa que yo llevaba en mi cuello, se posó sobre mi y acariciando mi pelo me dijo: "No sabes cuanto te amo, aún no sabes cuanto te quiero".

Desde aquella noche jugamos a encontrarnos en el pasto con piel de arándano, a escribir notas de letra roja, a posarnos en nuestros regazos, a dar vueltas hasta que uno de los dos narré el sentimiento encontrado en la noche de estrellas.

Y una vez más... deja que todo suceda.

viernes, 2 de abril de 2010



Me he cansado de leer sobre la filosofía de la vida, me he cansado de fumar cigarrillos y verlos evaporados, me he cansado de no tener respuesta en tus ojos, me he cansado de estar acostada aquí sin que estés de mi lado.


Soy escritora de luz, enemiga de la sombra mañanera...