sábado, 26 de marzo de 2011

Dif(amante)erente


...No se tranquilizan las aguas cuando se estancan, ni se hacen los besos cuando se dan, ni te veo sorprendido ante mis latidos, es que ya nos fuimos, ya nos hemos despedido. No sé si nos volveremos a ver, le he hecho una cirugía al tiempo y ya no corre por minuto sino por suceso, ¿cuando volveremos a hacer parte del mismo techo?, no lo veo, y tampoco lo espero, no hay soneto, ni instrumento, no están los pájaros, ni las cometas y mucho menos aquel hechicero.

¿Ya te habían dicho que eres muy malo con las mentiras?, es que aún siendo mentiras siempre las dejas incompletas, como a mi, la mentira más grande de tu vida, no pienso lamentarme ni llorar, solo creo que huelo a eso que huele el sentimiento cuando está por terminar, una mezcla entre pómulos húmedos, manos frías, y pisadas aturdidas. No me siento mal, pues si yo sé que fallé, pero por lo menos ahora conozco el olor de tus ojos. ¿Sabes a que huelen tus ojos?, al ritmo que marca mi lengua cuando se ha acalambrado del todo, no puedo hablar, no quiero hablar, las razones...ahora están de más.

Crocante, es que no te cuadran las coartadas ni las cortadas. ¿Pretendes que esté por morir con el golpe de aquella mirada?, no corazón, ya ni sé cuantas veces resucité en nombre de tus males. Me voy a morir, si, pero no por ti. Me voy a perder pero solo para no tener que saber que te hundes en atunes. Me voy a extrañar solo para no tener que pronunciar ese doloroso 'no me olvides', y voy a caminar lejos de tu casa para no tener que ver a los perros suplicar que volvamos a darle un paseo a nuestra fortuna.

¡Lluvia no más!, no ves que tu melodía es mortal, ¡no más calla!. Me siento en aquel estudio, solitario, naranja, con una copa de vino para saborear el movimiento de la tranquilidad. Intento respirar paz, mientras me acompaña la ambigüedad de la que está rodeada la vida misma y empiezo a pensar que eres una combinación de buena suerte y oportunidad, eres el éxito de mis delirios hechos demonio, ángel y mortal.

Soy errante, pensante, difamante, amante, diferente, potente, inerte, no se trata de tenerte, se trata de empezarte. Arte, maleante, pendiente, sin mente; yo pensé que tu cara se parecía a la cara de la oportunidad, pero no...no tienes un parecido ni a la cara de la desgracia. El dilema es que encontrar tu corazón geográficamente hablando en este mundo, no es una cuestión de un beso o medio minuto.

Para volver a verte empeño las nubes, (re)creo tipos de flores, cultivo duda, pero ya no recojo certeza pretenciosa. Camino, corro y grito. Por un instante, solo por un instante dejo de pensar donde estarás, porque yo, yo estoy en un lago inmenso, tengo que ir al ritmo del agua, no es mi medida la que siempre se alcanza; tengo que aprender a vivir sin morir, a remar sin divisar, a esperar sin esperar, tengo que ser feliz, o triste o lo que decida ser y hacer, pero tengo que decidirme.

¿Alguna vez te has sentido en arena movediza?. ¿Y has visto espirales mientras caminas?. ¿Y no te encontraste en la luz del día? ¿Y sin embargo quisiste respirar para sentir el final?. Hay que tener verbo, acción y emoción en esta vida para dar los pasos precisos, las miradas ciertamente inciertas, tengo que aprender a caminar sin esperar que las aceras me pongan una nueva piedra para que mi alma haga la guerra en nombre del amor en las piezas del rompecabezas.

viernes, 11 de marzo de 2011

Debe(riamos)r

Debe ser porque siempre supe que nunca te tuve, que quizá tanto te amé, dicen que lo que no se tiene es lo que permanece, siempre sospeche de tu silueta, pero jamás te aquella redonda letra.



Me acompaña Placebo en la soledad de la media tarde, 6:47, poderes sin placeres. Me cuestiono la vida misma preguntándole a mi respirar si cree que tengo vida, cerrando los ojos en un par de atardeceres donde no existe el rojo, sino que el terracota me invade el ser, los seres, los medios, los bienes. ¿Para que conocer impedimentos?, pregunto, si antes de conocernos ya existían los terceros, ¿para que probar tu boca, si de tantos besos ya el sabor se esfuma en cada roca donde tropiezas?, ¿porque insistes en ser enredadera en mi tallo?, amigo yo soy la enredadera, soy maracuyá con alma de frambuesa.

Leo tus cartas y empiezo a odiarte en los espacios antes de tu nombre, porque sé que ninguno de tus quereres tiene un espacio antes de su mente, odio que no pongas comas, y que olvides los puntos importantes en las historias, detesto la falta de apóstrofes, y ni decir de lo mucho que detesto no tener un segundo en el tiempo para en tus uñas leer aquellos cuentos que tanto ocultas para hacerte guerrero. No concibo tu vida sin las comillas, pues hay tanto que deberías citar en tus actos y en tus perdones que algún guión al piso debería ser tu soporte; ¿quién eres sin los paréntesis?, si muchas veces deberías escabullirte entre sus poderes para dejar de verme y así dejar de joderte.

Si no creo ni en mi misma, no esperes que crea en ti humano de asfalto, como él te has endurecido y empezarás a cambiar de cara en unos años, siempre tan hermoso al principio, exitosamente fatal en los colores errados. He tomado un plumón y he rayado tus escritos en los poros de mis brazos, esos cuentos donde ansioso me gritabas que te tomara una vez más en el aire, que te cargara una vez más en mi amor desahuciado, ¡ámame! ¡olvídame! ¡lárgate! gritabas desesperado, pero como llevarte en la tierra, si solo te has abandonado.

Quería decirle a la vida que por favor me matara, pero cuando estuvo frente a mi me quedé callada, ese silencio fue lo único que aprendí de ti, pues cuando no hay nada más inteligente que decir prefiero afrontarme en el espejo manchado de rímel color carmín y decirme un par de verdades mientras halo los cabellos de mis mares; es ahí donde sueño, pienso que olvido, y vuelvo a la vida en cada instante que me burlo de ti, de mi.

Extraño la distancia de mi partir, pues he regresado tantas veces...que, que necesito irme de aquí. Me encanta cuando me marcho, cuando camino, cuando me aparto, me encanta cuando el camino reúne a los amores que tanto me han utilizado, como aguantar otro cigarrillo si tu perfume ya no está, como comprar plumas sin unos ojos que escribir, como descubrir nuevas formas de sufrir... si la ráfaga del viento de tu alma está a punto de morir en mi sentir.

Otra forma de decir te quiero, es callar, dar la vuelta y seguir el camino sin más ni menos de lo que ya está.

Quiero callar, quiero reír, correr desnuda sin ti, olvidar la perspicacia, olvidarme, olvidarme, olvidarte coqueta, malvada...