jueves, 17 de diciembre de 2015

Los drogodependientes son personas

Hoy Bogotá amaneció con esta noticia "Alcaldía de Bogotá entrega kit inyectable a adictos a la heroína", comenté en el foro del periódico y opiniones de todo tipo empezaron a llegar… imagínenselas de todos los tonos, posiciones políticas, religiosas y médicas.

Me sorprendió leer cuanta gente se escandaliza por una medida que más que promover, intenta asegurar un consumo responsable, porque espero que todos seamos conscientes de que la gente consume drogas ¿no? de todo tipo, de muchas formas, hechas de cientos de cosas y con muchos efectos… y esa es una realidad que no podemos desconocer como sociedad.

Me sorprendió sobre todo leer que las personas piensan que solo en los estratos bajos se consume… parece que no han ido a fiestas de universidades o empresariales, me sorprendió leer como hablan de la droga como algo allá, lejano, que no llega al hogar de gente común y corriente como usted y yo, que no le cambia la vida a cientos cada día, me sorprendió ver como hablan de cosas y no de gente cuando la relación es droga-humano. Me sorprendió la hipocresía de la gente, sobre todo al pensar que la gente no anda gritando por ahí ¡hola mira lo rico que es consumir drogas! y sin saberlo comparten cada día con consumidores no solo de cocaína, heroína o pepas, sino que además desconocen que hay gente adicta a los fármacos regulados.

No justifico el consumo, porque como siempre lo digo, la vida es un día a día de decisiones que debes tomar según el camino que quieras andar, y si la hiciste parte de tu vida es porque a lo mejor lo querías, te convencieron, no tuviste el carácter para decir "no" a tiempo, pero está bien… vamos a afrontarlo entre todos. 

Con el tiempo he aprendido que al que escupe para arriba en la cara le cae, odiaba el tema hasta que la droga tocó la puerta de varios de mis conocidos, todo el mundo los apartó, como si no necesitaran una motivación, un entorno seguro y cariño para reconocer un problema tan delicado. Varios de ellos, sino todos, sintieron que además de que estaban jodidos, ahora no tenían a nadie más que a su polvo, que a su cacho, que a sus pepas… Y NO. Dejemos de pensar que son parte de nuestro paisaje, que nunca tuvieron hogar, que ya cuando cargan un cartón en la espalda no son parte de nuestra sociedad. Dejemos tanta mojigatería y al menos aceptemos que hay gente que consume, que vive para consumir, que no se preocupa por la jeringa que usa, o por el VIH que se acaba de contagiar, empecemos a aceptar que ese es nuestro problema ahora y que debemos darles una mano como país, como personas.

Es hora de ponernos los pantalones, no se trata de si yo estoy bien y tu estás mal, se trata de que todos debemos garantizarnos condiciones de vida seguras para mantener y recuperar nuestra dignidad como seres humanos. Dejemos de pensar que las personas cuando son drogodependientes, prostitut@s, cuando han abortado, cuando son desplazados, cuando luchan por una causa que no es la nuestra son la representación de nuestra indiferencia… si la droga tocó la puerta de tu hogar, de tu familia o de alguien que aprecias, crea un ambiente de confianza y no de recriminación, conviértete en la primera opción y no en la última que tengan en este mundo.

Aquí les dejo este vídeo:




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