miércoles, 13 de julio de 2011

Un libro (in)completo


Eres el libro de cualquier color que crea hendiduras en mis dedos cuando paso sus hojas. Como duele mi vida hecha de impulso y una que otra contrareloj que intento desplazar en dirección contraria a alguna cosa que aún no se me hace familiar. Me rehúso a creer que le llaman tiempo y que me ha fragmentado como si sus manecillas fueran cuchillos y yo un simple minuto.

No tengo mas historias que esta triste y pobre llamada 'yo', siempre llegan los días estremeciendo el primer y el ultimo rincón de mis mentiras, ese tono en el que me hablas a las 2 de la madrugada diciendo lo suficiente y callando ese dolor que a ti te sabe a orgullo, a ese maldito orgullo que chuza las pupilas de un muerto.

No soy otra cosa que la incesante piedra que lucha cuando se crecen las agua que creo mansas, y estoy mal, mal. Las aguas siempre llevan debajo de la calma una corriente que arrastra y que a muchos no los deja ni tocar la arena, pues bien... me ganaste, me has arrastrado y estoy en una inmensidad casi tan desconocida como tu cara hombre.

Soy capaz de todo, menos de escucharte con lagrimas en las palabras, me cuesta conciliar el sueño y hacerte saber en el lenguaje de las almas que me dueles, tanto como te duelo a ti. Estas un cielo mas arriba que yo y aun así yo no alcanzo el infierno, porque si soy infierno, también soy tu paraíso y es aquí donde tu y yo somos lo complejo del asunto.

Yo no soy la mujer que sabe perfeccionar las mentiras en tu piel, y perdí la materia donde me enseñaban a articular pretensiones. Contigo me equivoque, te equivocaste. No te pregunto si te quedas, porque se aunque te marches, quedas. Solo me pregunto si te volveré a ver. Tu cuerpo, tus ojos, ese lunar que es punto aparte. Apretón de manos y sigo por donde nadie sabe.

-¿Y a que te huelo? 

-A humo y a biblioteca de libros llenos de enseñanza, hojas beige y portadas azules, a eso hueles.

-¿Y en las noches que sabor tengo?

-Algo entre ha.sido y amargo; entre dulce y empalagoso, así es tu sabor caballero.

-¿Y de que colores me ves cuando estoy de blanco y negro? 

-Del color de tu sombra, del color de tu aroma.

...Respuestas suficientes para morderme los labios y querer arrancar los tuyos, eres esencia pura y también eres veneno, pienso recogerte y cogerte y verte. Como se secan tus respuestas a medias y no tengo en mi mano algo más que una margarita marchita y una ilusión florecida, ida. 

He aprendido a ser náufrago y también me he ahogado, todo es tan claro que ya no hay nada, estamos vos y yo y esta voz dentro de un nosotros. (C)alma. 

Ya no sé si el cielo esta fuera o dentro de mi, pero sé que alguna vez estuve aquí. Me gusta como pintas las escenas; como sin sonido, como entre sueños, entre un turquesa y algún difuminado (in)finito. Limpio los rincones de este cuarto que hemos dejado (des)ordenado, he limpiado mis talones, este agua lleva en sí la fuerza del fuego, la voz que responde por ti, por mí. Al borde del abismo, no me atrevo a saltar prefiero morir.

(No) tengo las manos suaves pero se que te acaricio con la voz ronca de tanto gritar y con los sueños que aún espero de visita. Ya no hay jaulas, pero aún hay puertas... y ventanas.

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