domingo, 10 de julio de 2011

(D)olor

Facundo Cabral

A Facundo Cabral:

Como molesta el sensacionalismo cuando de Muerte se tiene que hablar, como recuerdan tus canciones Facundo, tus lugares y tu forma de caminar. Como una indiferente persona del mundo, como yo, te regala ahora letras y entonces me siento parte del masacote de imbéciles que adulan la niña aburrida que viene a llevarse los abuelos más alegres y con la voz más bonita.

Sé que esta niña no te fue del todo indiferente y que si algún día dijiste adiós fue por tus ganas de conocer otros tantos mundos; y tener una excusa para volver y regresar a hablar de ese todo y de esa nada que en otro tiempo y espacio te hizo recuperar las ganas, el sentimiento, los pasos, la arena, el agua... la vida, la vida misma y esa que no se parece a esta.

Como llamas esperanza al cigarrillo, y lo más parecido que encuentras al amor es la fiel relación que tienes con las cuerdas de tu guitarra, aquel madero lleno de inspiración, anécdotas, hoy, nunca y mañana...

Oído afinado que la calle te educó, miras con profundidad los auditorios y supones los nombres que ha tocado la desigualdad y conoces el apellido de lo que llaman oportunidad, como hablan sin decir nada y tú que callas con libertad, sin que alguien te diga nada eres callado como si alguien te lo exigiera... como duele esta vida de asesinos 
y de balas ¡maldita sea!

¿Habrás conocido otro cielo? ¿vendrás a hablar de tormentas y de gaviotas? ¿desde las nubes se verán las fronteras? ¿allá existe el café?... ya va, no tienes porque responder.

Si has de volver a tu voz, a tus atardeceres de pausa y afán que sea como tu quieras Facundo, que regreses a la selva o a la ciudad, pero que regreses con una sonrisa. Que si algún gorrión te lleva de la mano con prisa puedas ubicar la mejor banca para admirar el horizonte donde haya muchas montañas, y sol y pensamientos por hilar en palabras. Que si la cuestión llega a ser monetaria regreses con la riqueza de tu alma diciendo que no eres ni de aquí, ni de allá y que no tienes edad. Que vuelvas a inspirar risas nerviosas, temblor de piernas, sangre acelerada, cosquillitas con tu barba y todo, todo lo que te de la gana...

Que si no quieres regresar... tampoco importa, la vida es un cuento hecho burbuja y ha de explotar y seremos parte del viento, del agua, del color y de uno que otro (d)olor que también explota. Que sigas viendo con las manos y que la niebla de tus ojos te siga permitiendo descubrir planetas donde muchos piensan que solo hay asfalto y piedras. Grita, juega, corre, come, salta, canta Facundo. Escribe, llora, mira por la ventana, huele flores, ponle nombre a los (d)olores, siéntate, habla, calla, duerme, despierta, pregunta, responde, calla, besa... no hagas nada que sé que en el mas allá entienden que tu vida no fue solo una noticia efímera en el canal nacional o giras con canciones llenas de vida.

Muchos besos en tus manos arrugaditas...

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