viernes, 18 de enero de 2013

Amor mío...


Bogotá, 18 de Enero de 2013
04:49 a.m.

A ti, el hombre del 'sí'...

Amor mío, esta madrugada ha sido de muchas cosas... me vinieron muchos recuerdos a la cabeza, la fecha no está de más, pero espero a que vengas a mi casa, pienso en ti y todo se disipa. Anhelo el momento en que amanezca y las horas paseen rápido por el reloj para darte un beso y entender porque estoy acá y para donde vamos de las manos.
Amor... estuve hablando con ella, sentimos morirnos esta noche, ella a diferencia mía no tiene por quién seguir, yo afortunadamente te tengo a ti, para luchar, para darlo todo, para no escatimar en esfuerzos de volver a creer en el amor y quedarme sin nada, antes que dejarte sin algo que te pueda hacer feliz.
Perdóname si a veces no soy lo que esperas, o si a veces yo misma me siento a ser la persona que no he sido en este año y dos meses... perdóname si alguna vez has sentido que estoy más conmigo que en lo nuestro, pero de verdad por vos lo intento todo. Te amo inmensamente y preferiría apostarme a mí, que hacerte daño, aunque fuera un solo segundo.
Esta carta es una declaración de amor, porque eres un hombre increíblemente maravilloso, porque le doy gracias a la vida y a Dios, a tú Dios, de que me hayas salvado de él, de mí misma... no sé donde estaría si no hubieras llegado a darme ganas de vivir.
A veces los días son tan complicados, las noches tan tristes y me siento tan sola... que solo puedo pensar que tu vida es más fácil porque crees en alguien, pero para mí es tan complicado que solo puedo ver las complicaciones, y la tristeza llegar... gracias porque cuando esos momentos duros llegan... estás tú con esa voz, estas tú con ese cariño y con esa incondicionalidad, estás tú sin tantas preguntas y con muchas respuestas que no te pido... para hacerme saber que todo está bien, y por esas cosas es que sigo en pie.
Esta carta es una declaracion de amor, porque aunque muchas veces tambaleo en mis adentros, y creo que soy lo peor para ti, siento que tu eres lo mejor para mi y que de ese mismo modo yo puedo corresponderte hasta el fin de los días. Sé que no es la primera vez que lo creo posible, pero está bien, si la fe mueve montañas, espero que el amor enamore el tiempo.
Sé que no soy la mejor elección para vivir algo tan lindo como el amor, pero sé que le echo ganas y que en serio lágrimas como estas valen la pena cuando pasan los meses y los años, y las navidades y los año nuevos, y los días en tu casa, y esas imagenes de nuestra casa, de nuestra familia, de nuestros éxitos y de nuestra vejez. 
Perdóname por muchas cosas que he hecho, por llorar sin decirte, por negarte que algo me pasa en mi interior, por estar tan triste siempre, tan desolada, tan con ganas de nada, perdóname por tener el corazón tan viejo y tan pocos años hasta ahora... perdóname por lo que sea menos por amarte, por hacerte amar.
He pensando en las cosas más felices y más tristes hasta hoy, pero no he pensado en dejarte y espero que eso hable por sí mismo. Te espero con películas, cobijas, algo caliente para sentir tu lengua helada... te espero con estos labios que solo saben ser tuyos, contigo, con los brazos cansados, con las piernas dormidas, con el alma dispuesta. Te quiero con las madrugadas nubladas, los mensajes de texto, los gatos, los perros, las mañanas llenas de golondrinas... te amo porque estas flores no se cultivan solas, porque el pan de queso sabe mejor de tu plato, porque siempre estará bien preguntarme porque te quiero, y que me respondas debajo del cubrelecho. 
Te ama,
Angélica Parrado Sánchez.

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