miércoles, 19 de mayo de 2010

Narración con convicción


Y mientras el narraba sus historias, sus vivencias y su opinión; yo me hundía en sentimientos de duda, confusión pero de fortaleza y convicción. Su voz me transportaba a lo que podría ser real, a lo que sonaba desinteresadamente e incesantemente importante y relevante, a lo que con su cara me hacia creer que tenia la oportunidad de triunfar, a lo que me llevaba con sus manos y era a confirmar en mi cabeza que valía la pena enfrentarnos a las víboras que deseaban callarnos, que era valioso, único e interesante publicar mis letras, regalar mis manos al lapicero y al papel, que era indispensable confiar en mi ética profesional, en mis valores y en la periodista que anhelaba ser.

Alfredo Molano, su cara, su expresión, su tono de voz, su seguridad al hablar, la convicción en su trabajo, el poco miedo que le tiene a la gente, la distancia que guarda con el silencio, el movimiento de su cuerpo, me dio la confianza de saber que hay mucho por hacer.

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