martes, 5 de octubre de 2010

Un buen día señor...




1 delfín, 2 delfines, 3 delfines, 4 arlequines, 5 sonrisas y yo te queremos desear un buen día, tu amor suavecito hace que se me despierte la más alta sensibilidad entre trenes y grillos, entre argumentos y silencios, entre lo que eres tú y entre lo que soy yo, entre nuestras locuras y deseos, entre lo que fue, entre lo que no sabemos si será, pero si sabemos que es... 

Tienes que saber que siempre estoy para llevarte al mar, regalarte olas de color púrpura y acompañarte a nadar, porque no hay nada más bonito que verte sonreír, con alegría de vivir y más si sé que puedes caminar junto a mi, ya no hay tiempos, ni distancias, ni cercanías, ni expectativas, solo lo que se siente, lo que se desea y lo que se anhela con cada vela que arde y que vuelve a dormir de lo más plena.

Solo tus abrazos, el placer de escucharte, la plenitud de entenderte, la satisfacción de conocerte es lo que existe entre la pasión de volar sin límites, yo te regalo un trío de puntos suspensivos en lo finito y en lo infinito de las palabras, lo real y lo circunstancial, lo contablemente incontable porque hace rato que este sentir por ti se quedó corto en palabras, agradecimientos y vivir, sé feliz señor empapado escúrrete entre el tiempo traicionero, corre entre los minutos que estoy esperando a que llegues con un abrazo, un apretón de cachetes, y tu mano sobre mi corazón cansado, espero poder resolver junto a ti el caos que traen estas manos entre Marte, Plutón y el sol... búho que come cucarrones de mil colores, no te vayas de la ventana, no dejes de ulular, por favor no lo hagas.

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