lunes, 10 de marzo de 2014

Miedos de ayer y mañana...




El miedo me da miedo, y no es para menos pues estoy hecha de ellos; el que le tengo a las mentiras, a los bichos, al sobrepeso, a la muerte de mis papás, al cáncer, a las drogas, a despertarme y no acordarme de quién soy, el que le tengo a los aeropuertos, a los lugares que no conozco, a los ascensores cuando se traban, a no hacer nada importante con mi vida, a que un día llegue y seas feliz con alguien más...

Le tengo miedo a la vida y es un miedo que no se va.

Me llené de todos los que mucha gente no tiene. Y no me molesta, y no me alegra y no me satisface, solo vivo con eso, y ya.

Últimamente me llené de miedo a tenerte y a que me dejes. Estas semanas que hemos estado lejos me he esmerado por hacer todo sola por si algún día te me vas. Tú me dices que no va a pasar pero es una probabilidad, y paradójicamente la probabilidad es lo único seguro en esta vida.

Ya no quiero que tajes rectico el pan, ni que me hagas chocolate con masmelos, ni que me apagues la luz cuando me vaya a acostar... al final voy a tener que aprender a tener pulso, voy a terminar tomando yogurth y me va a tocar comprar una linterna porque le vas a hacer mucha falta a esta oscuridad si no vuelves a esta cama.

Avísame si te vas para comprar una lámpara, pan tajado y un tiquete para enfrentar el miedo que me hace temblar: una vida en tu ausencia.

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