Caminaba sola por la calle, en una fria tarde de Septiembre. El agite de la calle solo me repetia en el oido: Ven descontrolate, ya que mas dá.
Pero mi subconsciente me decia de la misma manera: Quedate no hay motivos, ya no hay motivos de nada.
Y yo en mi realidad solo pensaba que en realidad ya motivos no tenia ni para caminar, entonces seguí mi rumbo hasta aquel destino, aquel destino donde sabia que llegaría a llorar, aquel destino donde un amor sincero, ese amor de mamá me sabría arropar y yo lloraría como una niña pequeña, sin embargo de llorar no tenia miedo esta vez, porque lo necesitaba, sabía que lo necesitaba. Y una vez más ella me vio y con sus abrazos sinceros pronunció unas cuantas palabras: "Era lo mejor, cálmate".
No le pensaba refutar, solo en mi cabeza una y otra vez sonaba ese: "Calma, calma, todos hablan de calma". No, no entienden que no puedo mantener la calma, que es tan difícil como seguir respirando sin oxigeno, que es tan complicado como solucionar la ecuación que nunca entendiste como solucionar, que es tan espeso como separar el agua del aceite, que es tan tedioso como vivir sin incentivo, pues bien ella viendo mi cara lo entendió, y solo mi pelo acarició, paso un rato, un largo rato, y me dijo: "Duerme chiquita, que mañana será otro día, y si hay amor van a estar juntos hasta el fin del mundo".
Esa noche soñé como era el fin del mundo con él y me di cuenta que lindo como todo, pero decidí entrar en mi trance del sueño, antes de ilusionarme otra vez y volver a caer en lo mismo que había estado sumergida años de mi vida.
Me levanté con un dolor de cabeza impresionante, ella me había dejado un papel que decía "Ponte hielo, estas así por el desgaste de anoche, cuídate . Y si tenia razón, me dirigí al espejo, y hay estaba yo desgastada, con los ojos pequeños, con el pelo vuelto nada, y con el semblante triste. Yo misma pregunté: "¿Dios, que me pasa, acaso es tan difícil vivir así ". Y en ese mismo momento al verme de esa manera, ya tenia la respuesta.
El día transcurrió en lagrimas, recuerdos, lamentos, alegrías disfrazadas, sentimientos de desaliento, pero entre muchas preguntas que tenia y ni una misera respuesta, encontré que era normal y que algún día por lejano que fuera iba a superar dicha ausencia, que algún día iba a acostumbrarme a no tener esa presencia, que algún día iba a acostumbrarme a no tener sus besos, que algún día iba a acostumbrarme a no tener sus caricias, que algún día iba a acostumbrarme a no tener sus palabras de apoyo, que algún día iba a acostumbrarme a no tener esos momentos, que algún día iba a acostumbrarme a no tener lo que un día fue alegría, que algún día iba a acostumbrarme a no tener mis sueños compartidos hechos realidad.
Y de repente, pensé: "Si el destino juntos nos quiere, aquí nos tendrá". Me paré de esa cama, me limpié la cara, visualice quien era y como quería verme, me bañé, me arreglé, me puse pispa como dice papá, hice el plan del día, hice planes para mi vida, con la nueva situación, vi esa dificultad como una oportunidad, al fin y al cabo de amor nadie se muere, y se que él y yo, vamos a estar hay siempre.
De nuevo fuí esa niña, la que siempre había sido, llena de ganas, y dispuesta a todo lo que buscaba y deseaba, prometí no alejarme de ese ser, de él. Prometí no dejarme morir otra vez, prometí no entregar mi corazón sin razón, prometí hacer feliz a cuanta persona se acercara a mi, prometí superarme y salir de esos huecos a donde muchas veces suelo entrar, prometí ser positiva, y contagiarlo a el de las buenas cosas día a día.
Como yo, tu hoy entiende que: no hay nada más lindo que ver a alguien feliz y tranquilo, todo es mejor si es con sinceridad, todo es valido si se habla con la verdad, todo es seguro si es un compromiso mutuo, todo es real y se tiene un cariño excepcional, todo es posible, si dos personas lo quieren.
Y bueno no estaremos juntos en una formalidad, pero la vida nos llevará a donde nos tenga que llevar. No nos separaremos, porque estar juntos por siempre es una promesa que no se romperá; y todo será valioso, porque es un amor de dos maravilloso.
Y a ti hoy te digo que no te preocupes, que aquí tienes un espacio en mi corazón, que cuentas conmigo hoy, mañana y siempre. Que lo que una vez planeamos, prometimos o creamos no fue en vano, que todo tiene un porque, que como todo es un proceso, es una decisión que fuimos capaces de tomarla porque era lo mejor. Pero que aquí estaremos hasta el fin de los días y sabes, que somos irremplazables, irrepetibles, y excepcionales en la vida de cada uno.
Ya no tengas miedo, ya no tengas temor, ya lo peor que podía pasar, ya pasó. Ya no hay excusa para recordar con aprecio, lo que un día fue nuestro sustento. Desde siempre y para siempre amemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario