viernes, 18 de junio de 2010

De dos seres incompletos


Era tarde y la noche estaba húmeda, yo dormía y soñaba al mismo tiempo y sin embargo me sentía despierta y enérgica en aquella cama, creo que el lugar me subió la temperatura y entonces empecé a delirar sin prejuicio alguno y sin reparo, rodaba y rodaba en el mismo lugar y de repente por cálculos de mi mente supe que al pasar esa noche llegaría un día, que el no recordaría y creo un día al que tampoco mucha atención le brindaría.

Era un 18 de Junio de 2010, un 18 de Junio, el segundo ahora de seres incompletos, empecé a recordar y entonces me levante, empecé a subir y a bajar las escaleras...

Subí, baje, subí, baje, subí, baje, subí, baje haber si en alguno de esos recorridos lograba encontrar tu rostro y tus manos extraviadas, subí, baje, subí, baje, subí, baje, hice un calculo mental de por lo menos 1002 recorridos, nunca te encontré y tampoco te sentí, tenia claro que estabas lejos del lugar pero no me importo porque quería ser ilusa al imaginar que tu alma estaba conmigo.

Te soné, te sentí, te imaginé, te anhelé y finalmente volví a dormir, entre recuerdos y entre escarcha que el destino había aplicado en mis ojos te bese sin ver tu rostro claramente, recordé tu aroma y recordé la textura de tus labios, también de tus dedos... me di cuenta que eras producto de mi imaginación y así como solo aquel 18 yo había llegado a la tierra en un largo viaje de decisión, me devolví a mi guarida al centro de mi alma, dejándote vago en la superficie, dejándote desprotegido de mi protección mundana... recostada te soné y te arrugue las palabras, decidí solamente sentirte para no ilusionarme con tener nuestras mañanas y decidí no tener tu recuerdo claro para no buscarlo desesperada.

Desde aquella noche mis noches son poco estrelladas, pero llenas de neblina para caminar sin pensar que me puedo tropezar (igual si así fuera siempre me paro, así me haya raspado las rodillas)... espero verte de nuevo algún día sin mentiras, sin excusas puede ser en alguna mañana, en alguna tarde inesperada, ya no importa cual sea el encuentro lo importante es que cuando llegue no me cortes el vuelo.

Con amor,

La que viajó al centro de su alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario