...Un día creí que me había quedado ciego
pero tan solo era el reflejo del sol sobre el agua,
pero tan solo era el reflejo del sol sobre el agua,
era el amarillo había perdido la tristeza
y eso trajo a mi vida el naranja y el rojo,
así descubrí el color de su pelo, de tu pelo...
y me volví a enamorar.
En ese momento comprendí,
que las cosas no son del color que parecen ser,
sino del color con que se miran.
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