viernes, 6 de abril de 2012

Otro segundo




Te sientas en ese sofá, siendo una dicotomía con pelo, ojos, boca y sonrisa. Sobre la sala no hay algo más que las gotas en contacto con un vaso que no tocarás porque has llegado decidida a pronunciar tus últimas palabras... 

Último, debería ser el sinónimo de 'inicio' o algo así, porque cada que alguien se va, vuelve como si alguien le hubiera dicho "vete para que vuelvas". La gente debería leer un diccionario, y saber para que se usan las palabras y para que no hay palabras, y así la humanidad se ahorraría tanta contradicción, tanta ilusión de helio y tanto disgusto. Por ejemplo, tanta visita formal, para decirme en una rabieta más que no me quieres volver a ver, que de mi no quieres nada, para irte a llorar a tu casa, para que después me llames mientras aún tienes shampoo en la cabeza y vuelvas a pronunciar "de ti lo quiero todo" y me cuelgues y le pongas agua de tu cabeza a la tinta fresca y todo vuelva a empezar, y como todo este párrafo no tenga comas sino que toda la historia sea una constante llena de variación, que al final termina en besos.

Es grave, y a ti te parece normal, eso es lo más grave de este asunto que me abruma como la niebla del parque central cuando el termómetro marca 6, y yo salgo a beber té.

Si tu problema fuera un amor, entonces conseguirías otro. Saldrías a un parque, con los 3 libros que crees que tienen la capacidad de pasear, y de la nada le preguntarías a alguien si tiene candela o si te puede prestar algo con que hacer un separador -ya que las hojas de los árboles manchan la impresión- y tendrías el pretexto perfecto para entablar una conversación, pero no, ese no es tu problema y todos lo sabemos. 

Si tu problema fuera la inconformidad, visitarías más lugares, harías parte de algo donde a lo mejor te pudieras hallar, tendrías amigos, decidirías confiar en la gente y así tendrías convenciones sanas que te ayudarían a sentirte plena y te ayudaran a llevar una vida en paz, pero no, ese tampoco ese es tu problema y eso pocos lo sabemos, porque de ti misma no sabes ni vos.

Si tu problema fuera el dolor, basarías tu mundo entre paliativos o soluciones de raíz, pero estarías sedienta de plenitud, de aire fresco, de sensación, le encontrarías médicos a la vida que te toco vivir, saborearías la poesía, la música, la caligrafía, la pintura, la oratoria, algo para que esto se hiciera menos puto, serias alcohólica, adicta a algo que te diera instantes de felicidad, pero no, ese tampoco ese es tu problema y eso lo se yo, que intenté ser paliativo, solución, agua, aire, sensación, medico, vida, poesía, música y todo lo que nombré por nosotros.

Si tu problema fuera ser, serías, harías el esfuerzo, habitarías una lucha, sellarías una guerra o te ahogarías en un valle de excusas y promesas, te vestirías y te arreglarías para ir a pretender con los demás, o no harías nada de eso para que los demás te dieran una mirada y fueras el miedo andante, una especie de demonio que nunca aprendió lo convencional y serías, pero ese no es tu problema y eso lo sabes vos, que todos los días estas encerrada llorándole a un mundo que no te escucha porque eres muda desde la boca, hasta el cuerpo, hasta la mente, hasta el corazón y tus lágrimas analfabetas a nadie le cuentan historias en verano, y mucho menos en invierno cuando hace mas frío que en tus ojos.

Si tu problema fuera yo, dejarías de tomarme fotos y dejarías de coleccionar los momentos tediosos, dejarías de pensar que la vida es una cámara acompañada de la posición fetal y dejarías de tener como excusa mis visitas para recordar el día, el mes, el año, la hora, los sucesos de afuera. Dejarías de rayar las paredes con cada frase que pronuncio para verte de pie, y dejarías de dejarme mensajes en los cubiertos, en el yogurth, en el cepillo de dientes, en el jabón, y me hablarías para decirme algo que no fuera adiós, y yo empezaría a funcionar contigo, pero no, ese no es tu problema y eso lo siente este amor.

Si tuvieras problemas, tan solo te verías como una persona normal, estudiarías algo y harías teorías para ponerle fin o para continuar con tu pena sigilosa y delicada, pero no, es que nada te da la gana porque mientras yo me pregunto cual es tu problema y supongo cual seria tu reacción, tu estas esperando a que yo sea el viento que te de otro segundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario